V 32 N 68 Final
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HEREDIA ZAPATA, C.M., MUNGUÍA GIL, A. Y SARMIENTO FRANCO, J.F.<br />
más formas de derechos de tenencia de los pueblos indígenas<br />
y de las comunidades.” Por su parte Sibuye et al. (2012:109)<br />
señalan que “las leyes y políticas nacionales e internacionales<br />
están reconociendo gradualmente la importancia del<br />
empoderamiento de las comunidades para asegurar la<br />
conservación. Sin embargo, la implementación de estos<br />
ideales ha demostrado ser lenta y despareja.”<br />
De la conservación de la biodiversidad a la conservación<br />
biocultural.<br />
Se puede observar entonces un cambio de paradigma<br />
respecto a la conservación, en el cual se pasa de conservar<br />
solamente la parte natural, a conservar los paisajes y el<br />
entorno biocultural de las regiones.<br />
En este contexto entenderemos al paisaje como un sistema<br />
socioecológico que consiste en ecosistemas naturales,<br />
modificados o no por el ser humano y que son influenciados<br />
por diversas actividades y procesos ecológicos, históricos,<br />
económicos y socioculturales (Denier, et al., 2017:11).<br />
De aquí parte el modelo de conservación biocultural (Secaira,<br />
2012; Bezaury, et al., 2015; Ortega y Ruiz,2015) que señala<br />
que el paisaje es originado para la interrelación de diversos<br />
elementos tanto naturales como culturales que convergen en<br />
un mismo territorio, la conservación de dichas relaciones son<br />
necesarias garantizar la sustentabilidad a largo plazo del<br />
territorio.<br />
Los paisajes protegidos según Bezaury, et al (2015:23) son<br />
sitios en los que la interacción entre los seres humanos y la<br />
naturaleza ha producido áreas de carácter distintivo con<br />
valores ecológicos, biológicos, culturales y estéticos<br />
significativos, en donde salvaguardar la integridad de dicha<br />
interacción es vital para proteger y mantener el área, la<br />
conservación de su naturaleza y otros valores. Igualmente, el<br />
manejo de un paisaje sostenible (Denier, et al., 2017) permite<br />
garantizar cubrir las necesidades de las comunidades locales.<br />
El concepto de Paisaje Biocultural (Bezaury, et al., 2015:30)<br />
sigue esa dirección, y se define como un “Territorio que<br />
comparte un paisaje e identidad propia, manejado bajo un<br />
régimen unificado de gestión territorial que permite<br />
promover el desarrollo económico sustentable por medio de<br />
la protección y valoración de la naturaleza y la cultura local”.<br />
Existen modelos y experiencias en algunas regiones y países<br />
del mundo que ya han adoptado esta visión de conservación.<br />
Törey (2013:2) indica que “Con más aspectos comunes que<br />
matices diferenciadores, enfoques como los de terroir en<br />
Europa, satoyama en Japón o desarrollo territorial rural con<br />
identidad cultural en América Latina, buscan plasmarse en<br />
experiencias concretas donde la diversidad biológica y<br />
cultural cobre relevancia para el porvenir de las áreas<br />
rurales”. Los parques naturales regionales europeos<br />
(Bezaury, et al., 2015:25) son esquemas de conservación<br />
adaptables a territorios rurales a la vez poblados y con un<br />
patrimonio naturaly cultural excepcional.<br />
Los Parque Naturales Regionales de Francia.<br />
Francia es uno de los países que ha tenido más avances en la<br />
aplicación del modelo de conservación biocultural, existe<br />
una visión del territorio a partir del concepto de terroir<br />
(Törey, 2013:3) el cual refiere a una tierra con un conjunto<br />
especial de características dadas por la geografía, geología y<br />
clima, que interactúan con la genética de plantas y que dan<br />
lugar a productos agrícolas con características distintivas, por<br />
ejemplo: café, chocolate, tomates, etc.<br />
Para el conjunto de la población francesa, el paisaje remite<br />
en sentido positivo a la idea de un territorio organizado<br />
susceptible de ofrecer un marco de vida agradable para el<br />
conjunto de la población y que revela la capacidad de las<br />
sociedades para gestionar la naturaleza (Luginbühl, 1999:6).<br />
Es así que los esfuerzos de conservación (Törey, 2013:3) van<br />
muy orientados a la valorización de los recursos locales<br />
(agrícolas en particular) con estrategias centradas en el<br />
producto como herramienta de desarrollo rural y<br />
eventualmente territorial.<br />
Los Parques Naturales Regionales son uno de los ejemplos<br />
más claros de esta forma de conservación (Luginbühl,<br />
1999:10), en ellos concurren la política de protección del<br />
medio ambiente, de ordenación del territorio, de desarrollo<br />
económico y social y de educación y formación del público.<br />
Bezaury, et al. (2015:24) señala que este esquema de<br />
conservación resulta ser, por un lado, menos rígido que el de<br />
los parques nacionales y, por el otro, es más adaptable a<br />
territorios rurales a la vez poblados y con un patrimonio<br />
natural excepcional.<br />
La UICN Francia (2013:33) indica que un Parque Natural<br />
Regional es una zona rural o periurbana cuyo patrimonio<br />
natural, cultural y paisajístico constituye un conjunto<br />
sobresaliente y coherente, pero también vulnerable y<br />
amenazado, en el cual las partes interesadas locales aúnan<br />
fuerzas en torno a un proyecto destinado a conjugar la<br />
protección y valorización del patrimonio con el desarrollo<br />
local.<br />
Los Objetivos de los Parques Naturales Regionales de<br />
Francia (Bezaury, et al, 2015) son los siguientes: Protección<br />
y gestión del patrimonio natural, cultural y paisajístico; el<br />
ordenamiento y gestión del territorio; el desarrollo<br />
económico y social; la educación e información al público; y<br />
la experimentación e innovación.<br />
El concepto Satoyama en Japón<br />
Otro país en el que se ha llevado un manejo del paisaje para<br />
la conservación y el desarrollo es Japón. Aquí a partir del<br />
concepto “Satoyama”. El origen de este vocablo (Blasjak,<br />
2013:52) tiene un significado que refiere a las interacciones<br />
entre las personas y los paisajes terrestres y marinos que<br />
habitan. Una palabra japonesa, satoyama se compone de dos<br />
REVISTA DEL CENTRO DE GRADUADOS E INVESTIGACIÓN. INSTITUTO TECNOLÓGICO MÉRIDA Vol. <strong>32</strong> NÚM. <strong>68</strong> 39