V 32 N 68 Final

LA MILPA MAYA, ¿UN SISTEMA TRADICIONAL SUSTENTABLE?
a la tierra y un control mayor sobre ésta y sobre las semillas,
el agua, los créditos y los mercados (Hernández y Aurelie,
2009).
Entonces, la soberanía alimentaria representa una alternativa
radical al modelo de agricultura comercial vigente porque
establece una nueva relación con la riqueza que se diferencia
del lucro. La soberanía alimentaria da prioridad a la
producción local, para un consumo también local. No es que
la soberanía alimentaria sea un concepto que se oponga al
comercio agrícola, pero sí enfatiza que la alimentación es la
más primaria e importante fuente de nutrición y sólo en
segundo término es un asunto de comercio. Como la comida
es un derecho humano fundamental, solamente debe
comerciarse con los excedentes.
La UNESCO Science Report (2015) en el Planet on Climate
Change (2014) le otorgó un reconocimiento especial al
conocimiento local e indígena que ha surgido como una
contribución nueva y cada vez más influyente a la interfaz
ciencia-política global, siendo una opción para una
producción cada vez más sustentable.
De hecho, en algunas regiones del medio rural
latinoamericano, los diferentes contextos históricos,
socioeconómicos y geográficos, han ayudado a mantener
sistemas de producción campesinos más sustentables que los
sistemas tecnificados. Se caracterizan en su mayoría, por
mantener prácticas adaptadas al entorno biofísico, una alta
diversidad de cultivos y una baja dependencia de insumos
externos (Astier, et al. 2008).
Por todo lo anterior el estudio de la milpa maya como sistema
técnico es de gran relevancia debido a que es un policultivo
estructurado que se maneja bajo el esquema de la rozatumba-quema,
al finalizar un período de siembra-cosecha se
permite que el suelo pueda regenerarse y recuperar
nutrientes, por lo que el campesino trabaja otra porción de su
milpa. Como sistema productivo implica diversas actividades
como son la apicultura, la recolección de especies, huertos
familiares, ganadería, la cacería, etc. Como sistema socio
cultural abarca la comunidad, la cosmovisión, el
conocimiento, los valores, los rituales y las prácticas y
costumbres asociadas a la alimentación, por lo que forman
parte del acervo cultural del estado, así como del país (Saenz,
2015).
Marco teórico
Sustentabilidad
La sustentabilidad surge en el discurso teórico y político de
la globalización económica – ecológica como la expresión de
una ley límite de la naturaleza ante las exigencias de la
racionalidad económica del ser humano, que ha relegado a la
naturaleza la única función de dotar al proceso económico de
materias primas y recursos naturales. Este concepto surge
cuando se comprende que el desarrollo debe centrarse en los
seres humanos, y no sólo en el desarrollo económico.
López (2012) menciona que “hemos tomado prestada la tierra
de nuestros hijos, por lo cual se les debe heredar en
condiciones positivas. Por ello este autor menciona que la
piedra angular del Desarrollo Sustentable es la preservación
de las condiciones de la vida, que se basa en las complejas
interacciones de los diferentes componentes de la biosfera, lo
que implica le necesidad de conservar la biodiversidad y
proteger el ambiente.
Du Plessis, (2002), señala que la sustentabilidad se entiende
como el proceso que permitirá la continuación indefinida de
la existencia humana en la tierra, a través de una vida sana,
segura, productiva y en armonía con la naturaleza y con los
valores espirituales. Lo cual implica que se deben cumplir
algunos requisitos indispensables tales como establecer un
balance entre las necesidades humanas y la capacidad de
carga del planeta, y la obligación moral de mantener esa
capacidad para satisfacer a las necesidades de las futuras
generaciones.
La sustentabilidad no puede ser tomada cómo una panacea,
sino como una herramienta para hacer viable los procesos
socioeconómicos en un espacio y tiempo definidos. Por lo
tanto, el desarrollo sustentable no debería considerarse una
meta, sino un proceso para mantener un balance dinámico
entre la demanda de equidad, una mejor calidad de vida, y el
medio ambiente. López (2012), sugiere al desarrollo
sustentable como instrumento pragmático para lograr el
estado de sustentabilidad.
El modelo de desarrollo económico actual impulsa las
bondades del mercado como elemento facilitador del
desarrollo, pues recordemos que uno de sus principales
supuestos es que los mercados competitivos conllevan a
asignaciones óptimas de los recursos. En este sentido, el
modelo ha demostrado no ser lo suficientemente eficaz, para
conseguir los objetivos de un desarrollo económico benéfico
para su población y para la evolución de los principales
agregados económicos (Leff, 2012).
El concepto de sustentabilidad surge cuando se comprende
que el desarrollo debe centrarse en los seres humanos y no
sólo en índices económicos, hemos tomado prestada la Tierra
de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos y por tanto,
se les debe heredar en condiciones razonablemente positivas.
De entrada, se intuye que la especie humana es el objetivo
fundamental de este nuevo paradigma llamado
sustentabilidad. Su piedra angular es la preservación de las
condiciones de la vida, que se basa en las complejas
interacciones de los diferentes componentes de la biosfera, lo
que implica la necesidad de conservar la biodiversidad y la
protección del ambiente.
Desarrollo sustentable
El concepto de desarrollo sustentable tiene como punto de
referencia el Informe de la Comisión Bruntland, donde se le
describe como un “proceso capaz de satisfacer las
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