19.03.2018 Views

EL-COSMOS-DE-BORGES

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad
Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sin embargo, cuando el ser humano haya alcanzado un grado de<br />

evolución histórico-biológica mayor, la Intuición, conocimiento directo<br />

de lo real, nos permitirá una representación cada vez más fidedigna<br />

del mundo<br />

Y con esto finalizamos este pequeño ensayo<br />

4<br />

<strong>BORGES</strong> Y BERK<strong>EL</strong>EY<br />

Al releer esta nota pienso en aquel trágico Phillip Batz, que se llama<br />

en la historia de la filosofía Phillip Mainlander. Fue como yo, lector<br />

apasionado de Schopenhauer. Bajo su influjo (y quizá bajo el de los<br />

gnósticos) imaginó que somos fragmentos de un Dios, que en el<br />

principio de los tiempos se destruyó, ávido de no ser. La historia<br />

universal es la oscura agonía de esos fragmentos<br />

Este párrafo cierra una serie de opiniones que tienen que ver con el<br />

suicidio tema de “El Biathanatos” en “Otras Inquisiciones”<br />

Borges argumenta también que Sansón había sido considerado suicida<br />

por unos o inspiración del Espíritu Santo, por otros<br />

Despliega la visión del Antiguo Testamento en el que los doctos de la<br />

Iglesia ven en Adan la figura del que tendría que haber venido<br />

Abel sería la representación de la muerte del Salvador y su hermano<br />

Seth, la resurrección<br />

118

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!