19.03.2018 Views

EL-COSMOS-DE-BORGES

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad
Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Algo que no podría tener lugar en el escenario, donde la filosofía trata<br />

de aprehender la esencia del mundo<br />

No estamos aquí ante un filósofo, sino ante un comerciante<br />

Al rechazar la materia y con ella, el mundo objetivo, Berkeley debe<br />

rechazar toda abstracción por parte de la mente<br />

Los conceptos generales le parecerán una evidente contradicción;<br />

tomemos la idea de un árbol genérico como ejemplo<br />

Tendría que incluir al mismo tiempo un pino, un molle, un sauce.. de<br />

modo que la idea general del árbol tendría que ser simultánea<br />

Adquiriría la forma de pico, de cabellera caída de mimbres llorones…<br />

todo al mismo tiempo, lo que no cabría en ninguna mente<br />

Sin contar que para Dios sería muy difícil crearlas en el ser<br />

Las ideas, dice, deberán ser siempre concretas, pero se disfrazarán<br />

de signos para servir a todas las ideas particulares de dicho grupo<br />

La subjetividad berkeleyiana asume pues la forma de un nominalismo<br />

extremo que postularía un extraño proceso de razonamiento<br />

Según su percepción, el proceso de conocimientos se realizará por<br />

medio de un nexo de unas ideas singulares a otras<br />

Con la introducción de un signo particular<br />

Todo esto, en vez de aceptar que pensar consistiría en la secuencia<br />

de abstracciones y en el descubrir leyes generales<br />

122

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!