19.03.2018 Views

EL-COSMOS-DE-BORGES

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

García Márquez habría hecho un comentario sobre la obra de Borges: Era “uno de los autores que más leía y que menos le gustaba”; añadía que, “a pesar de haber enseñado a generaciones el arte de pulir la palabra” lo consideraba vacío y escritor de evasiones. La afirmación convocó mi curiosidad. Acudí a las “Obras Completas” para revisarlas sobre la base del repaso que había efectuado, una vez más, de la Historia de la Filosofía, sólo así tendría una prueba que me permitiría establecer si Borges, uno de mis escritores favoritos, escribía para los agujeros negros. Para llevar a cabo esta verificación probé su consistencia usando como indicador los principios del Materialismo Dialéctico. Era una época ávida de revisiones, en la que aún me consideraba el depositario del destino del proletariado y con él, de la humanidad
Cuando evoco la decisión de someter a Borges a una prueba de consistencia a través de la Dialéctica, me sorprende su fuerza intuitiva. Allí identifiqué al gran picapedrero de la filosofía y escribí estos ensayos en una primera edición, la que no fue muy conocida; espero que ahora sea leída con la emoción con que ha sido escrita.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Percepción que, a mi juicio, le impone dos requisitos: misterio filosofal<br />

y fascinación literaria<br />

En la mayor parte su apreciación coincide con lo que siempre fue:<br />

un hombre de élite intelectual, no de masas amorfas<br />

Por lo tanto, su visión cósmica es siempre intelectualizada, propia<br />

del artificio que impone el ser miembro de la élite<br />

Pero es nuestro Borges: aquél que vivió sabiendo que era necesario<br />

y que murió sin saber que también fue casual<br />

ANEXO IV<br />

Principales concepciones sobre<br />

Necesidad, Contingencia y Causalidad<br />

El material que sirve de base a este anexo se basa en la obra “Dialéctica<br />

de lo Contingente y de lo Necesario” de N. Pilipenko<br />

Pero la clasificación es mía porque considero que una clasificación<br />

transversal es más adecuada que una basada en la cronología<br />

Fatalismo Primitivo<br />

Fatalismo Metafísico Ingenuo<br />

El providencialismo de la época primitiva inaugura esta concepción<br />

aunque poco a poco se hace más refinada<br />

En un momento más avanzado de la historia, la tragedia griega por<br />

ejemplo, expresa la tensión entre el hombre y lo divino<br />

62

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!