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Diccionario de sinónimos, antónimos y parónimos. Uso de la Lengua Española

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DISCURSO<br />

Repican los palos,<br />

suena <strong>la</strong> maraca,<br />

zumba <strong>la</strong> botija,<br />

se rompe el bongó.<br />

Chaqui, chaqui, chaqui, charaqui.<br />

Chaqui, chaqui, chaqui, charaqui.<br />

La rumba, José Zacarías Tallet.<br />

• Adjetivación personal<br />

“Fue en <strong>la</strong> madrugada. El padre ‘Untu’ aparecía negro bajo <strong>la</strong> luz incierta y tierna;<br />

su figura se mecía contra <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> <strong>la</strong> gran montaña.”<br />

La agonía <strong>de</strong> Rasu Ñiti, Jose María Arguedas, escritor peruano.<br />

“Sereno corres, majestuoso, y luego<br />

en ásperos peñascos,<br />

te aba<strong>la</strong>nzas violento, arrebatado,<br />

como el <strong>de</strong>stino irresistible y ciego.”<br />

Al Niágara, José María <strong>de</strong> Heredia, escritor mexicano.<br />

• Empleo <strong>de</strong> signos<br />

<strong>de</strong> exc<strong>la</strong>mación e interrogación<br />

“Indio que asomas a <strong>la</strong> puerta<br />

<strong>de</strong> esta rústica mansión:<br />

¿para mi sed no tienes agua?<br />

¿para mi frío, cobertor?<br />

¿parco maíz para mi hambre?<br />

¿para mi sueño, mal rincón?<br />

¿breve quietud para mi andanza?<br />

-¡Quién sabe señor!<br />

¡Quién sabe!, José Santos Chocano, escritor peruano.<br />

• Utilización<br />

<strong>de</strong> aumentativos y diminutivos<br />

“Cantaron pequeñitos, jubilosamente, pero junto a <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>l acero y a <strong>la</strong> figura <strong>de</strong>l<br />

dansak´ sus gorjeos eran como una filigrana apenas perceptible, como cuando el<br />

hombre reina y el bello universo so<strong>la</strong>mente, parece, lo orna, le da el jugo vivo a su<br />

señor.<br />

...............................................................................................................................…..<br />

Un cuy se atrevió también a salir <strong>de</strong> su hueco. Era macho, <strong>de</strong> pelo encrespado; con<br />

sus ojos rojísimos revisó un instante a los hombres y saltó a otro hueco.”<br />

La agonía <strong>de</strong> Rasu Ñiti, José María Arguedas.

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