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Excodra XLIII: El miedo

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II

Hay por otro lado una experiencia de la inteligencia vincular, creativa,

amorosa, que permite al ser humano experimentar, ser consciente,

de su existencia como parte de un todo que es una inmensa y compleja

constelación de vida y materia interconectada, interdependiente, que

obra como un ser vivo del que cada persona sería una célula, formando

una briosa e imprevisible fronda, océano, familia planetaria. La persona

se sabe en conexión con la naturaleza, con la vida en todas sus formas,

y en especial con las otras personas, humanas, animales, vegetales. Se

reconoce vinculado, de tú a tú, y entiende que la simbiosis es su forma

inteligente de estar en el mundo. En vez de hostilidad, experimenta

hospitalidad. No añade muros, ni inventa divisiones, admira y respeta

la biodiversidad, su corazón, su mente, no son ajenas a otros corazones

y mentes, con los que establece una inteligencia conectada, colaborativa.

Así se produce una transformación libidinal, superadas las moralinas,

dogmas, prejuicios y exclusiones de la mente autoritaria del egocentrismo.

Lo obsesivo, compulsivo, represivo se diluye. La pasión fluye

como pasión y/o como compasión, no como patología. El miedo pasa

de ser un bloqueante de la experiencia vital a ser un vehículo para sanar

los vínculos y empoderar a la persona más allá de sí mismo, reconciliándole

con el aquí –comunitario– y ahora abierto. Si algo amenaza

un ecosistema, se genera miedo, que propicia gestionarse desde lo personal,

pero también desde lo colectivo. Se coopera. No hay necesidad

de acumular, se sabe compartir. Tú no eres el centro, la plena existencia

es dinámico centro y tú una luminosa partícula más en la gran familia

terráquea.

III

El miedo en una persona libre es un instrumento medicinal, de prevención

de un riesgo. No me pone en guerra, sino en la cuestión primera

de atención, en los cuidados propios para no dañar ni dañarme en

un devenir que consciente de lo imprevisible y cambiante, es vulnera­

Excodra XLIII 22 El miedo

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