REVISTA IDEAS N° 26

paisajes públicos que generan y consecuentemente acompañando la
transición hacia un escenario más resiliente.
Bajo pautas cuidadosamente escogidas, se construye paisaje y se da forma
al territorio.
Diseñar el paisaje del desarrollo implica trabajar con la cultura local, leer
tendencias regionales y poder predecir el impacto de las intervenciones aún
a escala global. El trabajo en diversas escalas apunta a poder actuar
sensiblemente en la especificidad local, en definitiva, la que construye el
espacio público, propulsor de esta investigación.
Desde una metodología sistémica, la investigación se desarrolla bajo un
modelo impulsado por datos y estructurado en tres capas de análisis,
transformando un primer análisis objetivo en uno crítico y prospectivo (fig. 1).
Las conclusiones de cada etapa se recogen en una tabla de datos que
informará el modelo de intervención necesaria y los impactos previstos.
Transformando los datos en conocimiento aplicable, esta investigación
propone un proceso de pensamiento desde el territorio, su geografía y sus
recursos, hacia la arquitectura, con el paisaje como medio para articular
necesidades presentes y futuras.
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