REVISTA IDEAS N° 26

PREMIO ESTIMULO 2022
CATEGORÍA INVESTIGACIÓN Y TEORÍA
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TERCER PREMIO
identidad urbana, gracias a la resignificación del lenguaje de sus frentes y el
aporte del virtuosismo italiano, le dio su impronta y su particular estética (la
cual confina un juicio de valor construido por el individuo de lo que él
percibe).
La arquitectura estaba condicionada a las realidades de esa sociedad
específica y se encontraba relacionada con las ideas y las características
sociales del momento histórico en que se desarrollaba. La época también
crea otras concepciones de lo bello, de forma de que cada una tiene su
propio estilo.
El eclecticismo, el neobarroco, el neogótico, el "Art Nouveau", etc.; cada uno
de estos estilos se apuntaron como una forma de novedad siendo
aceptadas por exhibir un estatus social, sin importar su escala o su destino.
El lenguaje de los conventillos, logró fundirse entre este compás de estilos,
y la transculturación facilitó los medios para permitir una arquitectura de
calidad, llena de arte e "identidad popular". Las clases obreras inmigrantes
de origen italiano y sus generaciones posteriores, conquistaron mediante
el arte, la posibilidad de generar aportes para concebir rasgos que hoy nos
caracterizan a nivel internacional y su arquitectura se luce mediante ese
concepto italinizante. Por todo lo expuesto, entendemos que la ciudad no
carece de límites, es accidental, infinita e indefinida, su morfología es
siempre plausible de modificación y expansión, no solo en el sentido
territorial, también en el sentido formal e identitario, y reaccionará acorde a
los sucesos que se presenten en ella es decir, la ciudad es un devenir,
incluso hasta en términos hegelianos, no podemos entenderla como algo
estático, porque al momento de querer contener su estética, esta se va a
revelar a través del arte, y va a encargarse o bien de resolver los problemas
de la gente o bien, alzar su voz, entonces, esos espacios de composición,
de trasmisión, de protesta, que habitan, que comunican, que tienen un
lenguaje, se desnaturalizan del artista, de un grupo de personas, de sus
creadores, es decir, ya no les pertenecen, ya no son de nadie, no tienen un
dueño, son universales porque suscitaron impronta, generaron una huella
intertemporal, y así creció Buenos Aires, transitando en esta mimesis entre
el espacio público y privado en tiempos caóticos que permitieron nuevos