25.08.2023 Views

That Kind of Guy

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Se encogió de hombros y guardó el teléfono.

―Claro, está bien.

―Y yo seré la única dueña del restaurante ―le dije.

Resopló.

―No tengo ningún deseo de entrar en el negocio de los restaurantes. Es todo

tuyo, Adams.

Asentí y la tensión de mi pecho se relajó un poco. Puede que estuviera

vendiendo mi alma al diablo, pero al menos él aceptaba de buen grado mis

condiciones.

―Cinco apariciones públicas a la semana ―dijo Emmett.

Puse los ojos en blanco.

―¿Apariciones públicas? ¿Quién eres, una estrella del pop de diecinueve

años?

―Podemos llamarlas citas si lo prefieres. ―Me guiñó un ojo.

―Una aparición pública a la semana.

―Dividiremos la diferencia. Dos a la semana. ―No esperó a que aceptara―.

¿Con cuánta de afecto público te sientes cómoda?

En mi mente, me imaginaba a Emmett y a mí besándonos furiosamente en un

banco del parque como adolescentes. Yo estaba a horcajadas sobre su regazo y él me

tocaba el pelo. Parpadeé y me lo quité de la cabeza. Eso no iba a ocurrir.

―¿Qué? ―preguntó frunciendo el ceño―. ¿Qué es esa cara?

―Nada. ―Tragué saliva. Mis mejillas se calentaron―. Ligero apretón de

manos.

Se echó a reír.

―¿Ligero apretón? ¿Qué significa eso? ¿En qué se diferencia de un apretón de

manos normal?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!