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no necesitas llamar la atención, ni conseguir
amigos por dinero, necesita empezar a vivir
una vida de alabanza y adoración a Dios
(Judá) y ahí todo cambiará a su favor.
Voy a profundizar más, me atrevo a decir que
cada hijo representa una mala actitud que
en ocasiones asumimos. Rubén: “Ha mirado
Jehová mi aflicción, por tanto me amará mi
marido”. Esta actitud representa a las personas
que se preocupan por conseguir cosas con
tal de llamar la atención de otros: “Si logro
tener un buen vehículo, se que conseguiré el
amor de mi vida”, “Si consigo su amistad, tal
vez tendré buenas posiciones”. Ese es Rubén,
aquel que busca solo su beneficio, todo lo
que piensa es en si mismo.
El próximo hijo que se llamó Simeón, que
les dije significaba: “Oyó Jehová que yo era
menospreciada”. Es ese tipo de persona que
tiene una baja pero muy baja autoestima y
la utiliza para dar lastima. Hay cristianos que
utilizan la biblia para expresar su depresión y
baja estima: “Yo soy un siervo inútil”, “Soy trapo
de inmundicia”, “Soy una basura”. Bueno, lo
lamento por el que piense así pero yo si no.
No soy siervo inútil. Ahora está pensando:
pero ¿la biblia dice que somos siervo inútil?
No, no y no. Dice que cuando hagamos lo que
nos han mandado a hacer digamos que somos
siervos inútiles (Luc 17:10), pero si hacemos
más de lo que tenemos que hacer pues
entonces somos útiles. (Léase Mateo 25:30).
Tampoco soy trapo de inmundicia, pues Dios
me ha dado valor. “Ay hermano, pero Isaías
dijo que somos eso.” No es así. Isaías decía
Riqui Gell
Yo no soy un
siervo inútil,
Ni soy trapo
de inmundicia,
Ni soy
una basura.
Aprendí a alabar en el Proceso│111