Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Riqui G<strong>el</strong>l<br />
Tuve <strong>el</strong> honor <strong>de</strong> conocer una dama a quien cariñosamente le llamo<br />
Betsy. Con <strong>el</strong> permiso <strong>de</strong> algunas mujeres, tengo que confesar que<br />
era exageradamente linda, hermosa por don<strong>de</strong> quiera que la veamos.<br />
Medía algunos: 90, 80 y como 120. Jeje digo yo, no sé mucho <strong>de</strong><br />
eso. Betsy se casó joven, con un militar que era algo así como un<br />
capitán, era un buen tipo, un hombre serio y trabajador, a<strong>de</strong>más era<br />
creyente, no <strong>de</strong> muchas palabras ni eso, pero si era un buen creyente,<br />
<strong>de</strong> corazón.<br />
Una tar<strong>de</strong> Betsy se estaba bañando en <strong>el</strong> patio <strong>de</strong> su casa, era un patio<br />
privado, cerrado y don<strong>de</strong> disfrutaba bañarse. Como su casa estaba en<br />
un lugar muy privado, don<strong>de</strong> solo se alcanzaba a ver la terraza <strong>de</strong> la<br />
Casa <strong>de</strong> Gobierno, <strong>el</strong>la se bañaba sin problemas. Entonaba algunos<br />
salmos, se soltaba <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o, tiraba la toalla y se bañaba como Eva…<br />
…Esa tar<strong>de</strong> fue diferente, se percató que alguien la estaba mirando<br />
mientras se bañaba. No era un mirón cualquiera, <strong>de</strong> serlo <strong>el</strong>la le<br />
hubiese tirado una mala mirada (en mi país <strong>de</strong>cimos cortar <strong>los</strong> ojos)<br />
o se manda corriendo para que no la siga viendo. Pero no a este<br />
hombre, este hombre era <strong>el</strong> Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> su país y jefe <strong>de</strong> su marido.<br />
Por supuesto que esto no es una excusa, pues <strong>de</strong> haber sido integra,<br />
hubiese mostrado mayor respeto, pero no la juzguemos, son errores <strong>de</strong><br />
la juventud (sin preten<strong>de</strong>r justificarla). Él caso es que <strong>el</strong> Sr. Presi<strong>de</strong>nte<br />
quedó impresionado con Betsy y a pesar <strong>de</strong> que estaba casado y supo<br />
que ésta “jovencita” era la esposa <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus militares, la mandó a<br />
buscar y tuvieron un romance.<br />
Betsy│119