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Riqui Gell
Gran parte de los problemas que me confiesan los jóvenes en
búsqueda de consejería es acerca de sufrir con la soledad. El
hecho de estar triste, depresivo, cabizbajo y otros síntomas, porque
entienden que se quedaran solos de por vida, creen que están así
por algún defecto o carencia, etc. Considero que la soledad no es un
problema de “estado”, sino de “sentimiento”. He pasado por etapas
en que estoy acompañado y me siento solo y otros momentos en que
estoy solo y me siento bien así. Si su proceso es de sufrimiento por
la soledad, le traigo algunos consejos, ya que también he pasado por
esos momentos, pero hay principios que con los años he aprendido
que me hubiese gustado haber conocido justo en esa ocasión. Aquí
algunos:
Ocupe su mente
“Mente vacía… campo fácil al enemigo”, no sé de quién es esa frase,
ojala y la hubiese inventado yo. Cuando su mente está desocupada,
tienes mucho tiempo de pensar en sus sentimientos y eso no siempre
es bueno. Si tienes muchas cosas que hacer como tareas, estudios,
trabajos, compromisos, etc., su mente se mantiene trabajando y
pensando en eso y cuando ya terminó los quehaceres del día, usted
estará bastante cansado como para estar despierto. Por eso es
importante mantenerse renovando nuestros conocimientos, aprender
un idioma nuevo, algo de la tecnología, de ciencia, de música, y afines.
Pues además que esto le suma a su intelecto y personalidad (y quien
sabe si hasta le genera un mejor empleo) también le mantiene muy
bien ocupado y con su mente pensando en muchas cosas excepto en
la soledad.
El Proceso de la Soledad│125