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Riqui Gell
y empezamos a colocarnos en lugares donde no nos corresponde
estar, somos presas fáciles del error. Pero no voy a entrar en muchos
detalles de los errores de David, lo que más me interesa para este
tema fue su restauración, así que avancemos. Estando en el palacio
vio una mujer que se bañaba en el patio de su casa, la hizo suya y
quedó embarazada, era mujer de uno de sus soldados, a éste lo envió
a acostarse con ella para “pegarle la barriga” como decimos en mi
país, pero al soldado negarse por estar concentrado en la guerra,
David lo envió a la parte frontal del enfrentamiento y así ser el primero
en morir, el rey se quedó con la mujer. Inmediatamente fue acusado
por Dios de adulterio (llegarse a una mujer ajena) y asesinato (del
soldado).
Aquí comienza el proceso de restauración, primera parte:
La Confrontación
Dios envió al profeta Natán quien confrontó a David (véase 2 Samuel
12) y al final de cuentas, David confesó su pecado y reconoció el error.
David era el rey y Natán su subalterno, pudo haberlo mandado a matar
como hacían otros reyes, pudo justificarse como hacemos muchos de
nosotros o simplemente ignorarlo. Pero no, él admitió sus faltas.
Toda restauración inicia cuando nos hacemos conscientes de nuestra
culpa. Si un alcohólico o adicto no reconoce que tiene problemas,
nunca saldrá de la adición. Cuando alguien viene donde mí buscando
consejería porque cometió un error y empieza diciendo que no tiene
la culpa o que hizo lo que sucedió porque tal persona lo tentó o por
culpa de otro, digo en mi interior “aquí no se puede hacer mucho”.
Cuando cometemos un error lo mejor que se puede hacer para recibir
la bendición de Dios es admitirlo de una vez y por todas. La biblia es
clara en esto cuando dice: “El que encubre sus pecados no prosperará;
más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Proverbios
28:13.
Cuando cometemos un grave error debemos buscar alguien de
confianza, que sea maduro, y espiritual con quien podamos confesarnos.
El Proceso de la Restauración│161