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El Dios de los Procesos
estado presos o si lo han estado, no temen volver. Si siente atracción
por algo ajeno, salga corriendo, no olvide que la carne no se reprende,
se sujeta. (Ex.20:15)
No hay “demonio de infidelidad”, hay gente sin vergüenza,
charlatanes y que creen que se la están “comiendo”, desafiando a Dios,
quien dijo que no hay nada oculto que no salga a la luz. (Mr.4:22)
No creo en “demonio de accidente”, si creo en conductores
imprudentes, borrachos, aprendices, despistados, etc. Aprenda a
manejar y cuídese de los otros, concéntrense más y reprenda menos.
No hay demonio que “pulla-los-niños-en-la-iglesia-paraque-molesten-y-lloren”.
Sí hay niños imperativos (Cacones, léase
malcriado) que con dos nalgadas se “arreglan”. Prov.29:17
No hay “demonios de ira”. La ira es una obra de la carne.
Cuando esté airado, no reprenda; someta su carne. (Ef.4:26)
No hay “demonio de chisme” o de “división”, lo que si hay es
gente divisora y chismosa que como no hacen nada, viven opinando
de los que si hacen. (Prov.16:28)
El Príncipe de Persia era un demonio territorial de los tiempos de
Daniel, ya Persia ni existe. Muchos se saben los nombres de 800
demonios, pero no saben ni un fruto del Espíritu de los 9 que habla
el libro de Gálatas. Tal vez crea que por el proceso que está pasando
es culpa de un demonio, del diablo, de su madre o sus hermanos…
Quizás sea así o a lo mejor usted tenga gran cuota de responsabilidad
allí, de ser así es bueno que analice la situación, reprenda menos y se
responsabilice más.
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