Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Riqui G<strong>el</strong>l<br />
El proceso trae la unción,<br />
la unción es la cobertura<br />
Para un judío las ovejas tenían mucho valor, la leche <strong>de</strong> oveja era tan<br />
valorada como la que proviene <strong>de</strong> la vaca. De la leche <strong>de</strong> ovejas se<br />
creaba la mantequilla y la manteca; <strong>de</strong> su lana se hacían vestidos y<br />
abrigos. Su carne se comía en fiestas y activida<strong>de</strong>s especiales; su pi<strong>el</strong><br />
podía servir para techo <strong>de</strong> casas; por lo tanto era importante cuidar<br />
muy bien <strong>de</strong> las ovejas.<br />
Las ovejas son animales muy mansos, tan así que en ocasiones cuando<br />
estaban pastando, venían insectos y entraban por su hocico hasta<br />
llegar al cerebro y producirles enfermeda<strong>de</strong>s o hasta la muerte. Por<br />
tal razón <strong>los</strong> pastores le untaban mucho aceite por la cabeza (ungir<br />
significa untar, ¿se recuerda d<strong>el</strong> salmo 23?) y cuando venían <strong>los</strong><br />
insectos con <strong>el</strong> simple olor d<strong>el</strong> aceite salían corriendo y no podían<br />
penetrar al cerebro.<br />
Lo mismo hace la unción en nosotros luego <strong>de</strong> que pasamos <strong>los</strong><br />
<strong>procesos</strong>; nos da una cobertura tan especial que cuando <strong>los</strong> ataques<br />
infernales (insectos) quieran penetrar en nuestras vidas con malicias y<br />
pensamientos negativos (<strong>de</strong> fracaso, d<strong>el</strong> pasado, <strong>de</strong> pecado) <strong>el</strong> aceite<br />
<strong>de</strong> la unción que nos cubre no permitirá que esos insectos penetren a<br />
nuestra mente. Sí, nos atacarán, pero no podrán penetrarnos.<br />
Ahora tiene más sentido <strong>el</strong> propósito d<strong>el</strong> proceso ¿verdad? Es que<br />
como muchos <strong>de</strong> nosotros no somos muy mansos que digamos, <strong>el</strong><br />
Señor necesita quebrantarnos hasta romper <strong>los</strong> cuernos <strong>de</strong> cabra y<br />
nos convirtamos en oveja; mientras tenemos un corazón rencoroso<br />
y no perdonador, un carácter dañino y <strong>de</strong>structor, <strong>el</strong> Señor no pue<strong>de</strong><br />
darnos esa cobertura especial que nos brindará luego <strong>de</strong> que <strong>el</strong><br />
proceso nos quite la apariencia <strong>de</strong> cabras y adquiramos la actitud <strong>de</strong><br />
ovejas. Aprendamos a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r d<strong>el</strong> Pastor <strong>de</strong> Pastores y Él cuidará<br />
<strong>de</strong> nosotros.<br />
El Getsemaní │21