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El Dios de los Procesos
78│Viviendo con el Enemigo
Tus cervezas
Ella, una dama cristiana de 40 años, le pide a Él, su esposo no cristiano,
dinero para hacer la cena:
-No tengo dinero, mujer y haz lo que te dé la gana, le
respondió.
Al poco rato el esposo compró tres botellas de cervezas. Cuando
la mujer vio esto se enfureció de tal manera que aprovechó que el
esposo fue al baño y botó todas las cervezas. Y se fue feliz para la
iglesia a “adorar a Dios”.
Cuando llega al culto, le testifica al pastor lo sucedido:
-Ese usado del diablo, no tenía dinero para la cena, pero si
tenía para comprar cerveza, pues agarré y las boté todas. ¡Aleluya!
El pastor sorprendido y molesto a la vez le dice:
-Ud. actuó muy mal, ¿Cómo va a ganarse a ese hombre
actuando de esa manera? Tenga dinero y cómprele las cervezas a su
esposo.
-Pero, Pastor. Replicó ella.
-Pero pastor nada, le respondió el ministro. Sea obediente y
haga lo que le digo.
Así que la mujer se fue cabizbaja y compró las cervezas. (Me imagino
que hubiese pasado si de camino se encuentra con algunas hermanas
de la iglesia... bueno, déjelo ahí) y le llevó las cervezas al esposo:
-Toma tus cervezas, ahí te mandó el pastor.
El esposo que no salía de un asombro, con los ojos abiertos como
una bombilla dijo: -Wao, que pastor ni más chévere. Yo puedo ser un