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Riqui G<strong>el</strong>l<br />
Cuando era niño no había una palabrita que me molestara más<br />
que la respuesta dada por mi padre cuando no podía o quería<br />
explicarme algo: “Lo que no entiendas ahora, lo enten<strong>de</strong>rás <strong>de</strong>spués”.<br />
Grrrr, es o<strong>dios</strong>o para un niño lleno <strong>de</strong> interrogantes y con hambre<br />
y sed <strong>de</strong> respuestas inmediatas que satisfagan sus necesida<strong>de</strong>s<br />
(¿Fi<strong>los</strong>ófico, eh?). Bueno, hoy día no es que la palabrita esa me agra<strong>de</strong>,<br />
pues todavía siguen surgiendo preguntas… y aun me suena en <strong>el</strong> oído<br />
la misma frase: “Lo que no entiendas ahora, lo enten<strong>de</strong>rás <strong>de</strong>spués”.<br />
¿Quiénes somos para enten<strong>de</strong>rlo todo <strong>de</strong> inmediato? En la vida muchas<br />
cosas se entien<strong>de</strong>n y hay gente que todavía muere sin compren<strong>de</strong>r<br />
otras, es algo común, normal y natural. No significa que siempre nos<br />
conformemos con la ignorancia, siempre hay que investigar, preguntar<br />
y orar. Pero en ocasiones hay que <strong>de</strong>cir: “Señor, no entiendo pero tú lo<br />
sabes todo”. Créame que lo entendamos o no, Dios si sabe <strong>el</strong> motivo,<br />
<strong>el</strong> porqué, <strong>el</strong> cuándo y todas las <strong>de</strong>más respuesta que tengamos y<br />
muchas <strong>de</strong> esas respuestas vendrán en <strong>el</strong> tiempo preciso.<br />
Creo que quien no entienda esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>be recordar una anécdota<br />
que a mi juicio, es la que mejor explica lo que significa: “Lo que no<br />
entiendas ahora, lo enten<strong>de</strong>rás <strong>de</strong>spués”:<br />
En un reino distante, un monarca no creía en la bondad <strong>de</strong> Dios. Tenía,<br />
sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca <strong>de</strong> esa<br />
verdad. En todas las situaciones <strong>de</strong>cía:<br />
- ¡Rey mío, no se <strong>de</strong>sanime! porque todo lo que Dios hace es<br />
perfecto. ¡Él nunca se equivoca!<br />
Lo Enten<strong>de</strong>rás Después│139