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muy contados los que pueden apreciar las ven-<br />
tajas que de aquel estudio pueden obtenerse.<br />
La mayor parte de los cantantes creen de<br />
buena fé, que para cantar se debe respirar de la<br />
misma manera que para hablar, y de este crasí-<br />
simo error nacen aquellas respiraciones intem-<br />
pestivas, y defectuosas que cortan la palabra y<br />
aun el período musical, privando así al canto de<br />
su espontaneidad y haciendo partícipe al público<br />
de los esfuerzos y afanes del cantante. La mú-<br />
sica, como la palabra, es un lenguaje que tiene<br />
sus frases, que no pueden cortarse sin que se al<br />
tere su verdadero sentido : es, pues, necesario<br />
para el cantante que quiere interpretar fiel-<br />
mente el pensamiento de un compositor, saber<br />
conocer los períodos musicales para poder res-<br />
pirar en tiempo y lugar oportunos. Sabido es<br />
que la respiración se divide en dos actos : el de<br />
la inspiración y el de la espiración. En el primero<br />
los pulmones se dilatan ; en el segundo por el<br />
contrario se contraen. Las partes torácicas (ó sean<br />
del pecho) secundan los movimientos del pulmón.<br />
Pero hay un músculo llamado diafragma, so-<br />
bre el cual se apoyan los pulmones, cuyo uso no<br />
es esencial para la respiración habitual , pero<br />
que es indispensable para el ejercicio del canto,