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el gesto, como ya lo hemos dicho muchas veces,
la expresión de un sentimiento del alma , el ar-
tista debe hacer concurrir al efecto todos sus
agentes cuando el caso lo requiera.
Solo recomiendo que no haya contradicción
entre ellos; porque la unidad del concepto re-
quiere la unidad de expresión.
Hé aquí ahora algunos consejos genéricos que
recomiendo á la juventud estudiosa, como fruto
de una observación constante y de una larga y
laboriosa práctica en la escena.
Asi como la armonía es el resultado de las
oposiciones diversas, así también en un arle
plástico como la mímica , la armonía nace de la
oposición de los gestos entre sí, aunque concur-
riendo á una expresión común ; por lo cual se
deberá evitar siempre la uniformidad de los mo-
vimientos (no digo unidad de concepto) y obser-
varlo como regla constante. Así es que los bra-
zos deben accionar en sentido inverso de la ca-
beza, como también el pecho y las piernas de-
berán moverse en sentido opuesto entre sí.
Estos principios pueden observarse en todas las
estatuas griegas, que aun en el dia de hoy son
la síntesis de la belleza plástica.
No deberán nunca ejecutarse simultáneamente