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poderosa para expresar los efectos. Más que
en la vocalización simple , debe el cantante
dejar á la garganta toda la ligereza y elasticidad
posible para la articulación mas ó menos acen-
tuada de la palabra; evitando así cansar inútil-
mente la garganta que no debe ejercer otro ofi-
cio que el de la simple formación del sonido,
que se modifica después, con los demás agentes
que concurren á la articulacioo de las letras en
general.
El artista, que en el teatro debe procurar que
la palabra llegue clara á todo el público, tendrá
que exagerar algo su pronunciación, particular-
mente en las consonantes mudas por su natura-
leza ó débiles como la b, la d, la g, la v, etc.
De este modo conseguirá que todas las pala-
bras de su canto las oiga claramente el audito-
rio; cualidad muy rara en el dia , puesto que
muchos cantantes no pronuncian ni bien ni mal.
Un estudio aconsejaría al cantante antes de
dedicarse á la aplicación de las palabras á las
notas, y este es el solfeo con la denominación
délas notas. Con este estudio podrá acostum-
brar su voz simultáneamente á cuatro de las
cinco vocales , esto es , á la A , la E , la I y la
O, y á algunas consonantes como la d, r, m,