PERE VIRGILI - Fundació Uriach 1838

de resumir el esfuerzo de los médicos de dicha etapa citando -con matices- el título
de un escrito polémico de uno de los que vivieron en el período final de la misma,
Georg Ernsl Stahl (1639-1 734): Negolium oliosum seu skiamachia (1720)': es decir,
poco más o menos: "Trabajo inútil, o combate de sombras".
Hc dicho "con matices" porque. en efecto. para el lector actual las polémicas entre
las distintas escuelas que pugnaban por el predominio en esa época -galenismo
residual, iatromecánica, iatroquímica- parecen verdaderamente un combate de
sombras, de fantasmas exangües. Nuestra medicina no es mecanicista. ni química al
modo del XVII. ni mucho menos galénica, aunque mucho habría que decir respecto de
la real o supuesta inanidad de esa múltiple herencia. Esto último nos lleva a la
primera parte del título de Stahl: trabajo. o esfuerao. inútil, pérdida de tiempo.
¿Realmente es así?
Probablemente así lo vió, con desánimo, en algún momento el autor dcl citado texto.
Aun convencido de la razón de su animismo frente al mecanicisrno defendido por el
filósofo Leibniz, póstumo destinatario de su escrito, la idea, explícita en el título, de
que su esfuerzo es baldío, por ser una pérdida de tiempo intentar convencer a un
doctrinario, puede legitimamente extenderse en el sentid0 que acabo de darle, pues
lo cierto es que en esa misma imposibilidad de convencer al adversario se revela la
debilidad epistemológica de la propuesta propia. En cierto sentido podría traducirse
tan pesimista titulo como "Diálogo de sordos". Parece, pues, indispensable que nos
detengamos un momento a revisar esa confusa herencia del siglo XVII, el siglo en
cuyo último año nació Pere Virgili.
Simplificando lo aprendido de mis maestros, podría decir que en el siglo XVI la
construcción teórica de Galeno -y del gaienismo medieval islámico. judío y crisliano-
se ve atacada por dos frentes. En uno de ellos gobiernan la perspectiva estática y el
estudio de lo visible, y su máxima expresión es la anatomía vesaliana; en el otro, la
perspectiva dinámica y la especulación sobre lo que sucede en el interior del cuerpo
viviente. en tanto que viviente. y su máxima expresión es la medicina de base
alquimista de Paracelso. De la primera, y bajo el impulso de la física de Galileo,
surgirá en el XVll la medicina mecánica, o iatromecánica: de la segunda, la medicina
quimica o iatroquímica, Pero no podemos olvidar el enorme papel configurador de la
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1 Acepta de esta obra de de Slahi. ci. KIRC. L. (lY78) me PDiIosophyoiMcdic,ne The Early EIgieenlh Cenliirv liaward
UnivePSity PRSS. Camhridge. hlasSaChuSellS. PP. 148-151.