PERE VIRGILI - Fundació Uriach 1838

escalpelo, pero. al propio tiempo, como adelanté, la Cirugía se autoproclama
científica, poniendo. desde luego, los mcdios para fundamentar su reclamación. Un
recie'nle trabajo de un llistoriador de la medicina anglosaión, Philip K. Wiison. ha
demostrado que entre 1727 y 1778 se publican en las Philosophical ?Yansactions, la
publicación oficial de la Royal Society. 220 trabajos de cirujanos. muchos de los
cuales incluyen declaraciones explicitas en favor del carácter científico, no
meramente empírico, de la cirugía"! Por otra parte. la sola presencia de tal número
de escritos quirúrgicos en las 7PansacLions es todo un argument eri favor de la
credibilidad de tales reivindicaciones. La obra del cirujano inglés John Hiinter
(1728-1793), unánimemente recoriocida como fundamental para la consolidación de
la cirugía como rama de la ciencia médica en pie de igualdad con las restantes,
represcntaría, así, la consumación de un proceso que se desarrolló paulatina, pero
firmemcnt,e. a lo largo de la centuria.
Pero, y esto es fundamental. a todo lo anterior vino a sumarse un hecho decisivo
para el porvenir de la cirugía. hecho que ha sido señalado con profusión en la
lileraiura historicomédica y que, por eso niismo, no debo omitir aquí: el
reconocimienlo por parte de los poderes públicos -a la sasón las monarquías
europeas- de que los cirujanos prestaban un servicio de incalculable valor polílico.
cual era el de ocuparse de la salud de los ejércitos que tan importante papel
desempeñaban en la política internacional del Setecientos. Quienes antaño habían
sido considerados empíricos o técnicos de orden inferior, se cor~vertían, así, en
objeto privilegiado de interés para los políticos, pues. a la postre. eran quienes
tenían por misión mantener al ejército y a la armada en las mejores condiciones
sanitarias. y a sus miembros aptos para el combate cuando las circunstancias lo
requirieran. Precisamente la fundación del Real Colegio de Cirugía de Cádiz. cuyo
primer director fue aquél a qiiien conmemoramos, y cuya función era preparar al
máximo nivel a los futuros cirujanos de la marina. se cita como hecho más
significativo. práclicarnente como prueba de esta nueva actitud anle la cirugía. En el
lugar que ocupaba el pasado negotium otiosum, se abre paso un nuevo pragmatisiiio
que tendrá. a no dudarlo, sus limitaciones, pero quc traerá consigo. como un logro
inalienable, el ascenso de nivel de la cirugía y su definitiva incorporación. en pie de
IB WiLSON. Ph, (1995). 'An Enlighlenmcnl Seionc