08.05.2013 Views

Catecismo de la Iglesia Católica (PDF)

Catecismo de la Iglesia Católica (PDF)

Catecismo de la Iglesia Católica (PDF)

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

habían abrazado <strong>la</strong> fe" (Hch 15, 5) hasta el punto <strong>de</strong> que Santiago pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir a S. Pablo<br />

que "miles y miles <strong>de</strong> judíos han abrazado <strong>la</strong> fe, y todos son celosos partidarios <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley"<br />

(Hch 21, 20).<br />

596 Las autorida<strong>de</strong>s religiosas <strong>de</strong> Jerusalén no fueron unánimes en <strong>la</strong> conducta a seguir<br />

respecto <strong>de</strong> Jesús (Cf. Jn 9, 16; 10, 19). Los fariseos amenazaron <strong>de</strong> excomunión a los que<br />

le siguieran (Cf. Jn 9, 22). A los que temían que "todos creerían en él; y vendrían los<br />

romanos y <strong>de</strong>struirían nuestro Lugar Santo y nuestra nación" (Jn 11, 48), el sumo sacerdote<br />

Caifás les propuso profetizando: "Es mejor que muera uno solo por el pueblo y no que<br />

perezca toda <strong>la</strong> nación" (Jn 11, 49-50). El Sanedrín <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ró a Jesús "reo <strong>de</strong> muerte" (Mt 26,<br />

66) como b<strong>la</strong>sfemo, pero, habiendo perdido el <strong>de</strong>recho a con<strong>de</strong>nar a muerte a nadie (Cf. Jn<br />

18, 31), entregó a Jesús a los romanos acusándole <strong>de</strong> revuelta política (Cf. Lc 23, 2) lo que<br />

le pondrá en paralelo con Barrabás acusado <strong>de</strong> "sedición" (Lc 23, 19). Son también <strong>la</strong>s<br />

amenazas políticas <strong>la</strong>s que los sumos sacerdotes ejercen sobre Pi<strong>la</strong>to para que éste con<strong>de</strong>ne<br />

a muerte a Jesús (Cf. Jn 19, 12. 15. 21).<br />

Los Judíos no son responsables colectivamente <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> Jesús<br />

597 Teniendo en cuenta <strong>la</strong> complejidad histórica manifestada en <strong>la</strong>s narraciones<br />

evangélicas sobre el proceso <strong>de</strong> Jesús y sea cual sea el pecado personal <strong>de</strong> los protagonistas<br />

<strong>de</strong>l proceso (Judas, el Sanedrín, Pi<strong>la</strong>to) lo cual solo Dios conoce, no se pue<strong>de</strong> atribuir <strong>la</strong><br />

responsabilidad <strong>de</strong>l proceso al conjunto <strong>de</strong> los judíos <strong>de</strong> Jerusalén, a pesar <strong>de</strong> los gritos <strong>de</strong><br />

una muchedumbre manipu<strong>la</strong>da (Cf. Mc 15, 11) y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s acusaciones colectivas contenidas<br />

en <strong>la</strong>s exhortaciones a <strong>la</strong> conversión <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Pentecostés (Cf. Hch 2, 23. 36; 3, 13-14;<br />

4, 10; 5, 30; 7, 52; 10, 39; 13, 27-28; 1 Ts 2, 14-15). El mismo Jesús perdonando en <strong>la</strong><br />

Cruz (Cf. Lc 23, 34) y Pedro siguiendo su ejemplo ape<strong>la</strong>n a "<strong>la</strong> ignorancia" (Hch 3, 17) <strong>de</strong><br />

los Judíos <strong>de</strong> Jerusalén e incluso <strong>de</strong> sus jefes. Y aún menos, apoyándose en el grito <strong>de</strong>l<br />

pueblo: "¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Mt 27, 25), que significa una<br />

fórmu<strong>la</strong> <strong>de</strong> ratificación (Cf. Hch 5, 28; 18, 6), se podría ampliar esta responsabilidad a los<br />

restantes judíos en el espacio y en el tiempo:<br />

Tanto es así que <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> ha <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rado en el Concilio Vaticano II: "Lo que se perpetró en su pasión no pue<strong>de</strong> ser<br />

imputado indistintamente a todos los judíos que vivían entonces ni a los judíos <strong>de</strong> hoy... no se ha <strong>de</strong> seña<strong>la</strong>r a<br />

los judíos como reprobados por Dios y malditos como si tal cosa se <strong>de</strong>dujera <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sagrada Escritura" (NA 4).<br />

Todos los pecadores fueron los autores <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pasión <strong>de</strong> Cristo<br />

598 La <strong>Iglesia</strong>, en el magisterio <strong>de</strong> su fe y en el testimonio <strong>de</strong> sus santos no ha olvidado<br />

jamás que "los pecadores mismos fueron los autores y como los instrumentos <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s<br />

penas que soportó el divino Re<strong>de</strong>ntor" (Catech. R. I, 5, 11; Cf. Hb 12, 3). Teniendo en<br />

cuenta que nuestros pecados alcanzan a Cristo mismo (Cf. Mt 25, 45; Hch 9, 4-5), <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong><br />

no duda en imputar a los cristianos <strong>la</strong> responsabilidad más grave en el suplicio <strong>de</strong> Jesús,<br />

responsabilidad con <strong>la</strong> que ellos con <strong>de</strong>masiada frecuencia, han abrumado únicamente a<br />

los judíos:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!