DIÓGENES LAERCIO – 1792 – Sobre las vidas, opiniones y

DE DIüGENES LAERCIO. I39
16 Hubiera sido llevado al Areopago, á no
haberlo librado Demetrio Falcrco 24 . Y aun Anftcrates
dice en el libro De los hombres ¡lustres, que
fue condenado á beber la cicuta. Mientras estuvo
con Tolomco hijo de Lago, éste lo envió Embaxador
á Lisímaco : y como le hablase con mucha
libertad , le dixo Lisímaco : Dirne Teodoro,
tú no estás desterrado de Atenas? A que respondió:
Es cierto > pues no pudiendo los Atenienses sufrirme
, como Semele á Baco, me echaron de la ciudad. Diciendole
ademas Lisímaco: Guará ate de volver á
mí otra vez y respondio: No volvere mas y á no s:r
que Tolomeo me envíe. Hallabase presente Mitro, tesorero
2S de Lisímaco; y diciendolc : Parece que
tú ni conoces á los Dioses ni á los Beyes 7 , respondio:
Cómo puedo no conocer los Dioses, quando te tingo á ti
por su enemigo ?
27 Dicen que hallándose una vez en Corinto,
y siendo acompañado de una multitud de discípulos
, como Metroclcs Cínico estuviese lavando
unas yerbas silvestres 26 , y le dixese : Ó ///, sofista
y no necesitarías de tan tes discípulos si lavases yerbas
y respondio : T si tú supieras tratar con los Umbres
y cierto tío necesitarías esas yerbas. Semejan re á
34 El Areopígo fue un Tribunal
de justicia de los Atenienses
, cuyos Jueces se llamaban
Areop3gítas.
1 g l ni«*w.
a6 f «xít/T* y scttndi-
ces ¡avavtem. Ignoro á qué yerba
o raiz corresponda la scandix.
Vease Plin. ai. 159 y 22.
cap. 22. y «4.
S 2
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