DIÓGENES LAERCIO – 1792 – Sobre las vidas, opiniones y

aja tiftao iv.
Rey tenía trato sino con este r . Habiendo mu-¿
chos que adulaban 8 á Antígono y concurrían á
su casa, Arcesilao se abstenía , no queriendo ni
aun que tuviese noticia de el. Era grande amigo
de Hicroclcs Gobernador de Munichia y del
Pirco , y en los dias de fiesta nunca dexaba de
baxar a verlo. Habiéndole este querido persuadir
por muchos caminos á que fuese á saludar á Antígono
, no obcdecio, sino que fue hasta la puerta
de palacio, y de alli se volvió atras. Después
de la batalla naval de Antígono, habiendo ido
muchos á consolarlo, y muchos escritole cartas
consolatorias , Arcesilao guardó silencio : pero
también habiendo ido Embaxador por la patria á
Antígono Demetríade, nada consiguio.
7 Siempre habitó en la Academia , huyendo
de los negocios públicos. Algunas veces se detenia
en Atenas por causa de algunas dudas que le
proponían, y emprendía á explicar; y entonces se
quedaba en el Pirco en casa de Hieroclcs 9 . Por
7
8
9 Si es cierto, como quiere
Meursio,! Meuagio, y otros, que
la Academia solo distaba de Atenas
seis estadios y que es menos
de ua quarto de legua nuestra,
no acabo de entender la causa
de quedarse Arcesilao en el Piteo
, que distaba de ia ciudad
40 estadios , como el mismo
Laercio dice en la Vida de Antistenes.Yaunqueel
verboVtfl'H'r
pUi-de interpretarse no solo de
tiempo corto , sino también de
largo , sin embargo, como la
causa de tales detecciones eran
los a'gumentosy qrestiones que
le proponían unos y ctros , no
dudo que esto sucedía en la cía-