DIÓGENES LAERCIO – 1792 – Sobre las vidas, opiniones y

^,2 LIBRO I.
para que los proximos antes le celebren que le teman*
aprender á mandar bien su casa : no corra la lengua mas
que el entendimiento : reprimir la ira: no perseguir con
baldones la adivinación : no querer imposibles : no apresurarse
en el camirjg: no agitar la mano quando se habla
, por ser cosa de necios: obedecer las leyes ; amar,
la soledad.
3 Entre sus Adomenos 6 , este fue el mas plausible
: Por la piedra de toque se examina el oro, dando
prueba de sus quilates : y por el oro se prueba el ánimo
del hombre bueno, 6 el del malo. Refierese que
siendo ya viejo, decia que no se acordaba de haber
obrado en su vida injustamente: solo dudaba de una
cosa, y era, que habiendo una vez de condenar en
justicia á un amigo , y queriendo proceder según
las Leyes, le instó á que le recusase ; y asi cumplió
con la Ley. y con el amigo. Fue cclcbradísimo
especialmente entre los Griegos , por haber
predicho lo de Citere , isla de Laconiaj pues teniendo
observada su situación, dixo: ¡ Oxalá nunca
hubiese existido j 6 bien se hubiese sumergido acabada de
nacer. Tenia bien previsto lo que despues sucediój
pues Dcmarato, huyendo de Lacedemonia, aconsejó
á Xerxes pusiese sus naves en esta isla. Y si
Xerxes lo hubiera executado, ciertamente hubiera
Grecia venido á su poder. Pero después Nicias en
lá guerra del Pcloponeso ganó la isla, la hizo pre-
6 Vease la nota ii. á la Vida de Tales, pag. 10.