abril 2010 2 - Hello Valencia

PABLO LLORENS:
EL ARTE DE DAR VIDA A LA PLASTILINA
Por Mar Pastor // Fotos Pablo Llorens
Las habilidosas manos del valenciano Pablo Llorens, uno de
los mejores animadores de stop motion* de España, tienen el
don de dar vida de forma magistral a cualquier bloque de inerte
plastilina. En su productora, Potens Plastianimation, realiza
cortometrajes propios, así como encargos de animación,
publicidad y decorados para otras empresas. Entre sus muchos
premios, puede presumir de dos Goyas por los cortometrajes
Caracol, Col, Col (2001) y El enigma del chico croqueta (2005).
Ahora, tras realizar El ultimátum evolutivo para la ONG
SETEM Comunitat Valenciana, su incansable cerebro de
“plastianimador” está rumiando una de zombies.
Pablo, háblanos de tu último trabajo, El ultimátum Evolutivo.
Se trata de un vehículo divulgativo de los principios de la ONG
SETEM sobre consumo responsable, pero en lugar de hacer
un documento meramente informativo, para llegar al máximo
público posible, optamos por crear un corto divertido. Tras
varias divagaciones, les propuse hacer un falso documental de
vida salvaje, que investigara la vida diaria del ‘homo consumus’,
una caricatura del consumidor urbano actual, derrochador e
irresponsable.
http://www.setemcv.org/correo/nov09/ultimatum2009.htm
A juzgar por tus trabajos tienes cierta debilidad por los
alienígenas y los monstruos, ¿a qué se debe esta tendencia?
Es algo natural en el mundo de la animación. El hecho de fabricar
personajes te da libertad para construirlos como quieras,
entonces… ¿por qué quedarse en la estructura humanoide de
los personajes si puedes hacer estructuras diferentes? Uno de
los objetivos cuando se diseña un personaje animado es crear
un ser fantástico que no se pueda disponer de él en la realidad
como un dinosaurio, un monstruo, un alienígena… Casi todos
“Me gustaría hacer mis cortos en zapatillas, batín y con un Cola Cao”
los animadores en nuestro origen hemos visto películas de
Harryhausen y de extraterrestres, es una herencia que tenemos
desde pequeñitos.
Cada uno de tus proyectos es distinto al anterior. ¿Cada trabajo
es un nuevo reto?
Sí, es enfrentarte a algo que nunca has hecho cada vez. En El
ultimátum evolutivo, por ejemplo, el personaje se cepilla los
dientes junto a la ducha. Tuve que darle vueltas a cómo hacer la
espuma del cepillado y la ducha, si físicamente con materiales
de taller, con postproducción o con imagen real. En todas las
películas de animación suele haber un pequeño desafío y si
trabajas para un cliente toda la película se convierte en uno. Es
también el caso del anuncio de Toys “R” Us en el que debíamos
mover muchos juguetes y hacerlos trepar por un muñeco.
¿Qué personaje te ha costado más trabajo modelar?
Modelar no es algo que me cueste demasiado esfuerzo. Quizá,
en cuanto a la concepción o diseño del personaje, el marciano
serio de Chokopulpitos haya sido al que más vueltas le he dado.
Hice muchísimos diseños porque quería que fuese una especie
de inspector de Hacienda que impusiese pero, al mismo tiempo,
que se notara que era extraterrestre.
EXPRESIVIDAD FACIAL
¿Qué es lo que más te gusta animar?
La cara sin duda. Me interesa mucho la expresividad facial.
Es uno de mis fuertes. La cara requiere más sutilidad, más
matices: un labio superior un poquito más arriba, la forma sutil
en que la ceja se monta sobre el ojo, que las arrugas de la boca
estén más pronunciadas, etc. Son cosas más minuciosas y que
posiblemente me diferencien de otros animadores.
* Stop Motion. Técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de
imágenes fijas sucesivas.