Elementos Nº 39 DEMOCRACIA I - El Manifiesto
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Partiendo desde la presunción teórica<br />
que la libertad del hombre estaría trabada<br />
por el desarrollo de la sociedad, Rousseau<br />
fundamentó la necesidad de un "pacto<br />
social" que permitiera al individuo de<br />
conservar su identidad pasando desde una<br />
condición natural insegura hacia uno status<br />
que garantizara su seguridad en el entorno<br />
social. A cambio de la seguridad implícita en<br />
el pacto social, el individuo renuncia a su<br />
libertad ilimitada en favor de una entidad<br />
dotada de soberanía colectiva: la voluntad<br />
general. Esta "voluntad general" - a la cual<br />
todo individuo debe someterse - constituye,<br />
según Rousseau, la expresión del cuerpo<br />
social en su conjunto, integrado por cada<br />
individuo que participaría así a la formación<br />
de la autoridad política del Estado.<br />
Obedeciendo de este modo a la voluntad<br />
general, el individuo obedecería también a sí<br />
mismo; y cada limitación individual en<br />
beneficio de la "voluntad general"<br />
produciría el bien común y la utilidad<br />
pública en provecho de todos.<br />
En el contexto social complexo del<br />
mundo actual, la democracia esbozada por<br />
Rousseau resulta un proyecto inadecuado:<br />
fetiche incapaz de enfrentar y solucionar<br />
satisfactoriamente la problemática de una<br />
sociedad cada día más complicada, donde la<br />
tecnología audiovisual y cibernética<br />
interviene de manera incisiva en la<br />
expresión individual y colectiva que,<br />
conforme al canon fundamental de la<br />
democracia actual constituye la "voluntad<br />
general": piedra angular del contrato social<br />
sobre el cual descansa el "gobierno del<br />
pueblo" (deducido de la antigua fórmula<br />
helénica: demos kratós, que significaba más<br />
bien "fuerza brotada desde el pueblo" o<br />
"fundada en el pueblo").<br />
<strong>El</strong> politólogo anglo-alemán Rolf<br />
Daharendorf ha puesto en tela de juicio la<br />
teoría del "contrato social" postulada por<br />
Jacobo Rousseau y que - como se sabe - ha<br />
marcado el rumbo de la democracia<br />
moderna, desde la Revolución francesa<br />
hasta nuestros días. Ha escrito al respeto<br />
Daharendorf: "Antes de todo, el contrato<br />
social lleva una historia bastante fluctuante,<br />
por lo tanto se explica muy bien porque<br />
alguien se espanta cuando escucha alguna<br />
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referencia a eso"; y más adelante observa:<br />
"Los contratos sociales se han revelados<br />
utopías de corta vida y caricaturas<br />
igualmente efímeras" [4]. En conclusión, Rolf<br />
Daharendorf - notable exponente del<br />
pensamiento neoliberal, dicho sea de paso -<br />
tiene serías dudas que la democracia futura<br />
tenga que fundamentarse todavía sobre el<br />
principio del "contrato social" para poder<br />
salir de la crisis que la involucra frente a la<br />
problemática puesta a la sociedad<br />
contemporánea por la irrupción masiva de<br />
la tecnología cibernética e informática y de<br />
la globalización.<br />
Las dudas de Daharendorf son<br />
compartidas, además según un espectro más<br />
amplio, por diecinueve investigadores<br />
norteamericanos quienes en 1996 se<br />
reunieron en la universidad de Virginia para<br />
examinar que futuro se depara a la<br />
democracia contemporánea a partir de la<br />
aseveración común que la democracia<br />
estadounidense en la actualidad sufre de<br />
excesiva corrupción e individualismos,<br />
mientras carece cada días más de autoridad<br />
moral y sentido cívico, como destacaba Jean<br />
Bethke <strong>El</strong>stain, autora del ensayo Democracy<br />
on Trial (1995) donde se denuncia además<br />
que los antiguos valores cristianos ya no<br />
guían las conductas de los ciudadanos y,<br />
entre ellos, especialmente las jóvenes<br />
generaciones.<br />
La degradación progresiva de la<br />
sociedad democrática constituye también el<br />
tema central del libro póstumo de Cristofer<br />
Lasch The Revolt of the <strong>El</strong>ites and the Betrayal<br />
of Democracy (1994). En este libro - verdadera<br />
declaración sobre el porvenir de la sociedad<br />
norteamericana - el historiador y crítico<br />
social estadounidense, considera que la<br />
democracia en los Estados Unidos padece de<br />
una profunda crisis existencial por culpa de<br />
una "cultura sumisa" donde los valores se<br />
reducen a epifenómenos de un mercado que<br />
se siente "libre" en la medida en que se hace<br />
"libertino". De aquí el hecho que, despojado<br />
de los valores éticos, el sistema democrático<br />
hodierno, moldeado según los criterios de la<br />
"sociedad de consumo" vigente en los<br />
Estados Unidos y exportado en el resto del<br />
mundo - caiga en la apatía y en la<br />
irresponsabilidad, acabando en la<br />
intemperancia y la vulgaridad.