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Elementos Nº 39 DEMOCRACIA I - El Manifiesto

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constatación de la discordancia de<br />

opiniones.<br />

La comprensión de la historia debe huir<br />

de dos excesos opuestos: el individualismo y<br />

el colectivismo. La historia no es la pura<br />

obra de los hombres egregios ni tampoco de<br />

la acción de las grandes colectividades. <strong>El</strong><br />

factor decisivo en historia es el hombre<br />

medio. La función social del noble es la<br />

ejemplaridad; la del hombre masa, la<br />

docilidad. <strong>El</strong> noble es "modelo, norma y<br />

disciplina". La sociedad tiene su origen en la<br />

atracción que unos individuos logran ejercer<br />

sobre otros. E importa sobre todo que<br />

influyan los mejores. Las crisis históricas<br />

proceden de la decadencia de las<br />

aristocracias o de la rebelión de las masas.<br />

Los análisis de España invertebrada son un<br />

ejemplo de lo primero; La rebelión de las<br />

masas, de lo segundo.<br />

La función ejemplar de las minorías no<br />

tiene su sede en el ámbito de la política. La<br />

minoría no es el grupo gobernante ni la clase<br />

dirigente. En la vida política es precisamente<br />

donde no pueden ejercer nunca un influjo<br />

normal las minorías, pues decide siempre el<br />

torso social. La influencia de los mejores es<br />

pedagógica y social, no política. La sociedad<br />

es una realidad radicalmente aristocrática.<br />

La democracia es un régimen político.<br />

No puede extrañar que, siendo la<br />

politización general de la vida uno de los<br />

males que Ortega denunciaba, fuera<br />

politizada su propia obra, pues, aunque no<br />

falten en él importantes tesis políticas, y<br />

como advirtió su autor, no es un libro<br />

político. Para entenderlo cabalmente,<br />

conviene tener en cuenta la teoría filosófica<br />

de Ortega, que en él está sólo apuntada y a<br />

veces aún sólo latente, principalmente su<br />

doctrina de la vida humana, su teoría de la<br />

razón vital y su ética. La justificación de la<br />

perspectiva moral es casi innecesaria, pues<br />

el asunto central del ensayo es el análisis de<br />

la crisis europea y mundial, que, para el<br />

autor, es de naturaleza filosófica, moral. Un<br />

poco antes del capítulo final titulado "Se<br />

desemboca en la verdadera cuestión",<br />

resume Ortega la intención fundamental del<br />

ensayo:<br />

"Resumo ahora la tesis de este ensayo.<br />

Sufre hoy el mundo una grave<br />

84<br />

desmoralización, que entre otros síntomas se<br />

manifiesta por una desaforada rebelión de<br />

las masas, y tiene su origen en la<br />

desmoralización de Europa".<br />

Además, los dos términos del título<br />

“rebelión” y “masas” poseen de suyo un<br />

originario sentido moral. Toda crisis<br />

histórica, no sólo ésta, tiene una esencial<br />

naturaleza moral, pues entraña un cambio<br />

más o menos radical en la estructura de la<br />

vida humana.<br />

6. Quinta variación: la democracia<br />

morbosa y la degradación intelectual y<br />

moral<br />

<strong>El</strong> plebeyismo nace del resentimiento y<br />

lleva a la vulgaridad. <strong>El</strong> imperio del<br />

plebeyismo conduce al envilecimiento del<br />

hombre y al dominio de la mediocridad.<br />

“Lo característico del momento es que el<br />

alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el<br />

denuedo de afirmar el derecho a la<br />

vulgaridad y lo impone dondequiera”.<br />

No es extraño que el mundo se vacíe de<br />

proyectos, anticipaciones e ideales. Se<br />

produce de este modo el retroceso a la<br />

barbarie. No otra es la consecuencia del<br />

rechazo de las normas y de los principios de<br />

cultura. <strong>El</strong> hombre masa defiende sus<br />

derechos. Las normas serían sólo el reverso<br />

de sus inalienables derechos; algo ajeno, por<br />

tanto, que obliga a los demás en beneficio<br />

propio. La barbarie consiste en la ausencia<br />

de normas, en la ausencia de cultura. La<br />

mayo o menor precisión de las normas que<br />

regulan la vida mide el más el menos de<br />

cultura. Por eso hoy se detesta toda forma<br />

de convivencia que entrañe el acatamiento<br />

de normas objetivas. <strong>El</strong> nuevo hombre es un<br />

primitivo que emerge en un mundo<br />

altamente civilizado. Todas las cosas de la<br />

cultura, entre ellas la moral, se han vuelto<br />

problemáticas. Al hombre masa no le<br />

interesan los valores fundamentales de la<br />

cultura, las “instancias externas superiores”.<br />

<strong>El</strong> hombre masa no se encuentra entre<br />

los sectores inferiores de la sociedad ni entre<br />

los menos cualificados. Por el contrario,<br />

realizan con la mayor exactitud su perfil,<br />

profesionales como médicos, periodistas,<br />

profesores, científicos, que proyectan en los<br />

demás ámbitos de la vida social la excelencia

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