12.05.2013 Views

Elementos Nº 39 DEMOCRACIA I - El Manifiesto

Elementos Nº 39 DEMOCRACIA I - El Manifiesto

Elementos Nº 39 DEMOCRACIA I - El Manifiesto

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pueblo, no cabe temer su extralimitación.<br />

¿Acaso podría el cuerpo social hacerse daño<br />

a sí mismo?<br />

Frente a esta manera de entender la<br />

democracia existe otra: la liberal o<br />

representativa. Para ella, el valor<br />

fundamental es la libertad. En ningún caso,<br />

es prudente sacrificar la libertad para<br />

obtener la igualdad. Entre otras razones, por<br />

la muy poderosa de que cuando los hombres<br />

sacrifican la libertad en beneficio de la<br />

igualdad acaban perdiendo ambas. La<br />

democracia no consiste en el gobierno<br />

popular efectivo sino a través de la ficción<br />

de la representación y del establecimiento de<br />

unos sutiles, delicados y frágiles<br />

procedimientos de limitación y control del<br />

poder. Es lo que expresó Popper al afirmar<br />

que la democracia consiste en la posibilidad<br />

de sustituir pacíficamente a los gobiernos.<br />

Como quien efectivamente gobierna no es el<br />

pueblo sino el Gobierno electo, resulta<br />

necesario establecer un sistema de frenos y<br />

contrapesos al poder, que fue diseñado por<br />

los grandes pensadores liberales y,<br />

especialmente, por los redactores de <strong>El</strong><br />

Federalista. La limitación del poder no sigue<br />

sólo la vía institucional sino que también<br />

pretende trazar límites a la intervención del<br />

Estado en la vida social. No es extraño, pues,<br />

que muchos partidarios de esta forma de<br />

democracia limiten la validez del principio<br />

democrático al ámbito de la política y se<br />

declaren partidarios de conciliar la igualdad<br />

política con la jerarquía y la excelencia en los<br />

demás ámbitos de la vida social.<br />

5. Cuarta variación: la aristocracia del<br />

espíritu<br />

La teoría aristocrática de la sociedad que<br />

defiende Ortega, su teoría de la minoría<br />

selecta, se fundamenta en su metafísica de la<br />

vida humana. Ésta, la vida humana, es<br />

libertad en la fatalidad. Al hombre no le<br />

viene dada hecha su vida sino que tiene que<br />

realizarla en una circunstancia forzosa. <strong>El</strong> yo<br />

es ante todo vocación y proyecto. Existen<br />

dos tipos ideales opuestos de vida, la noble<br />

y la vulgar, caracterizados, respectivamente,<br />

por dos principios, el esfuerzo y la inercia.<br />

Unos proyectan su vida hacia lo alto y se<br />

afanan por alcanzar esa meta ideal, mientras<br />

que otros carecen de proyecto, o es éste bajo<br />

83<br />

o inauténtico, o se abandonan a la pulsión<br />

más fuerte y abdican de su vocación. Nobles<br />

y vulgares son dos tipos antogónicos de<br />

hombre, no dos grupos o clases sociales. La<br />

minoría selecta, el hombre noble, se<br />

caracteriza, entre otros, por los siguientes<br />

rasgos: la autoexigencia; la altura de la meta<br />

a la que proyecta su vida el esfuerzo y el<br />

ascetismo; el predominio de lo cultural sobre<br />

lo natural, de la reflexión sobre ls<br />

espontaneidad; la riqueza de su vida<br />

interior; la soledad; y el esfuerzo frenético<br />

de crear cosas.<br />

Por el contrario, el hombre masa,<br />

especialmente cuando se declara en rebeldía,<br />

se caracteriza por adherirse a una table de<br />

valores opuesta: la inercia y la vulgaridad; la<br />

espontaneidad y la falta de reflexión; el<br />

predominio de lo natural, el primitivismo; el<br />

predominio de lo instintivo, la<br />

irracionalidad; la tendencia hacia lo<br />

orgiástico y el abandono; el resentimiento; la<br />

carencia de especial cualificación y de<br />

proyecto; la psicología del niño mimado, es<br />

decir, la libre expansión de sus deseos<br />

vitales y la radical ingratitud hacia cuanto<br />

hace posible la facilidad de su existencia; el<br />

hermetismo de su alma; las características de<br />

las “aristocracias” degeneradas, como hacer<br />

de juegos y deportes el centro de la<br />

existencia, el cultivo del cuerpo, la falta de<br />

romanticismo en la relación con la mujer; la<br />

reivindicación de la vulgaridad como un<br />

derecho; la impresión de la facilidad de la<br />

vida; el contentamiento consigo mismo; el<br />

predominio de la acción directa en la vida<br />

pública; la decadencia de la cortesía: se<br />

suprimen las instancias indirectas, en el<br />

trato social se suprime la buena educación y<br />

la literatura degenera en el insulto, las<br />

relaciones sexuales reducen sus trámites. <strong>El</strong><br />

hombre masa no tiene obligaciones sino sólo<br />

derechos. Siente una hostilidad hacia el<br />

liberalismo, semejante a la del sordo hacia la<br />

palabra. Allí donde impera el hombre masa,<br />

cunde el politicismo integral y crece el<br />

intervencionismo estatal. Existen dos claros<br />

síntomas del triunfo del plebeyismo: la<br />

democracia frenética y morbosa, es decir, la<br />

extensión de la democracia más allá de la<br />

política, a ámbitos en los que es indeseable;<br />

y el escepticismo derivado de la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!