JUAN ARANZADI - Prisa Revistas
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LA IRLANDA SOCIALISTA DE JAMES CONNOLLY<br />
te a dividir la clase trabajadora<br />
irlandesa, que paradójicamente<br />
sólo es progresista cuando es nacionalista.<br />
Un botón de muestra<br />
lo constituye la controversia sobre<br />
las posibilidades de unidad<br />
socialista en Irlanda entre Connolly<br />
y su homólogo socialista<br />
protestante Willian Walker. Su<br />
esquematismo teológico pasa<br />
por considerar el unionismo como<br />
un mero apéndice del conservadurismo<br />
tory 22 .<br />
Ante el hecho de que la clase<br />
trabajadora protestante se afilie<br />
a la mitología orangista lealista,<br />
piensa que eso sucede porque son<br />
ajenos a una conciencia natural, la<br />
nacionalista. Son un proletariado<br />
mentalmente esclavo o pertenecen<br />
a la aristocracia del trabajo. En última<br />
instancia, lo que Connolly<br />
ofrece a la clase trabajadora protestante<br />
lealista es o bien la conversión<br />
o la pura coerción nacionalista.<br />
En 1912 afirma:<br />
“Debemos hacer frente a la verdad,<br />
por muy fea que resulte: la clase trabajadora<br />
orangista es mentalmente esclava<br />
porque ha crecido entre gente cuyas<br />
condiciones de servidumbre eran aún<br />
peores que las de ellos” 23 . “Aquí, en Irlanda,<br />
la palabra protestante es sinónimo<br />
de tory, de lealismo reaccionario,<br />
de adoración servil a la aristocracia, así<br />
como de odio a todo lo que signifique<br />
una genuina independencia política” 24 .<br />
Del abierto sectarismo, Connolly<br />
pasaba en ocasiones al paternalismo:<br />
“Los trabajadores protestantes de<br />
Belfast, son esencialmente democráticos<br />
en instinto, pero ni un solo parlamentario<br />
lealista apoyaría un acta parlamentaria<br />
que garantizase pensiones a<br />
nuestros mayores. Los parlamentarios<br />
lealistas saben que el tronar de los tambores<br />
orangistas acabaría con cualquier<br />
conato de protesta social” 25 .<br />
Connolly sólo realiza una<br />
aproximación escatológica al<br />
problema de la división comu-<br />
22 The Connolly-Walker Controversy<br />
(On Socialist Unity in Ireland), The Cork<br />
Workers Club, mayo de 1911.<br />
23 Proinsias MacAonghusa: What Connolly<br />
said. New Island Books, Dublín,<br />
1995: 47.<br />
24 James Connoly: Forward, 3 de mayo<br />
de 1913.<br />
25 James Connolly: Forward, 3 de marzo<br />
de 1911.<br />
nal sectaria viendo la identidad<br />
lealista como una subcultura primitiva<br />
asociada a la idea de alienación<br />
y/o reacción capitalista,<br />
situada fuera de los márgenes<br />
de un finalismo historicista cuya<br />
realización última e inexorable<br />
es una Irlanda libre y socialista.<br />
La revocación del Acta de<br />
Unión es un fetiche futurista<br />
hacia la articulación definitiva<br />
de una comunidad orgánica, estática<br />
donde, milagrosamente,<br />
sin que nos lo explique Connolly,<br />
las animosidades entre católicos<br />
y protestantes serán superadas.<br />
La unión con Inglaterra<br />
es el gran satán, la fuente de<br />
todos los males irlandeses:<br />
“El desarrollo de la democracia en<br />
Irlanda ha sido reprimido por la<br />
Unión, desagámonos de esa barrera.<br />
Hagamos ver a los irlandeses las verdaderas<br />
causas de la falta de progreso, de<br />
la falta de desarrollo cívico y nacional.<br />
Entonces el espíritu de progreso democrático<br />
invadirá y permeará todas nuestras<br />
instituciones cívicas y sociales” 26 .<br />
Sin embargo, cuando la partición<br />
de Irlanda comienza a<br />
plantearse como una alternativa<br />
plausible en 1914, Connolly<br />
aborda la problemática desde<br />
una óptica exclusivamente nacionalista<br />
y sectaria, abandonando<br />
la retórica marxista y apareciendo<br />
desnudo su republicanismo.<br />
El 14 de marzo de 1914<br />
en las páginas del Irish Worker<br />
indicó que la partición significaría<br />
“una traición a la democracia nacional<br />
por parte del Ulster industrial, un carnaval<br />
de reacción tanto en el Norte como<br />
en el Sur… La partición deberá<br />
contar con la más firme oposición del<br />
movimiento obrero; contra ella, el proletariado<br />
del Ulster deberá combatir<br />
hasta la muerte si es necesario, de la<br />
misma forma que lo hicieron nuestros<br />
padres”.<br />
26 James Connolly: Forward, 3 de marzo<br />
de 1911.<br />
27 Para febrero de 1914 el Gobierno<br />
liberal de Asquith estaba firmemente convencido<br />
de que la partición era el único antídoto<br />
ante el espectro de una guerra civil irlandesa.<br />
Redmond, líder del partido autonomista<br />
irlandés, asumía que la exclusión<br />
temporal del Ulster del proyectado autogobierno<br />
irlandés era una realidad inevitable.<br />
El unionismo del Ulster, tras la firma<br />
del Ulster Covenant, el 28 de septiembre de<br />
En la práctica, James Connolly<br />
estaba haciendo un llamamiento<br />
a la guerra civil entre irlandeses<br />
27 .<br />
Redención nacional<br />
y proletaria; el camino hacia<br />
1916 (un deseo de muerte)<br />
“Los irlandeses hemos demostrado que<br />
estamos dispuestos a morir por aquellos<br />
derechos nacionales que el Gobierno británico<br />
nos exige ganar para Bélgica. Siendo<br />
éste el caso, la causa de la libertad de<br />
Irlanda ha sido ganada” 28 .<br />
1914 fue un año desastroso para<br />
las expectativas revolucionarias de<br />
Connolly, sobre todo tras el fracaso<br />
del cierre patronal dublinés<br />
bajo los auspicios de la ITGWU.<br />
En julio de 1914, la exclusión del<br />
Ulster del proyectado autogobierno<br />
irlandés es asumida por el<br />
nacionalismo constitucionalista<br />
liderado por Redmond. El movimiento<br />
socialista sucumbe a la<br />
vorágine nacionalista que engulle<br />
a la vieja Europa en uno de sus<br />
baños de sangre más espantosos.<br />
Lo que es peor, decenas de miles<br />
de irlandeses de ambas tradiciones<br />
van en socorro de Inglaterra a<br />
los campos de la muerte de Bélgica<br />
y Francia. Connolly se siente<br />
frustrado y desmoralizado. A<br />
partir de entonces Connolly refleja<br />
en sus escritos un anhelo re-<br />
1912, se negaba a participar en un futuro<br />
parlamento autónomo dominado por el<br />
emergente nacionalismo católico irlandés.<br />
Si en un principio el unionismo se movilizó<br />
en defensa del Acta de Unión de 1801,<br />
tras el consentimiento monárquico al autogobierno<br />
irlandés, en septiembre de<br />
1914, comenzó a observar la posible articulación<br />
de un parlamento autónomo norirlandés<br />
bajo dominio protestante como<br />
un mal menor. Redmond consideraba que<br />
la participación bélica nacionalista en la<br />
Gran Guerra serviría para asegurar mayores<br />
cotas de autogobierno, así como para mejorar<br />
las relaciones entre el Norte y el Sur de<br />
la isla. Paradójicamente Edward Carson y<br />
Bonar Law, líderes unionistas, expresaron<br />
deseos similares muy poco antes de la rebelión<br />
de Pascua en 1916. Ésta fue vista por<br />
los unionistas como un ejemplo de traición<br />
nacionalista (stab in the back); mientras,<br />
miles de soldados irlandeses de ambas<br />
tradiciones morían codo con codo en Bélgica<br />
y Francia. Véase Paul Bew: Ideology<br />
and the Irish Question (Ulster Unionism and<br />
Irish Nationalism 1912-1916). Clarendon<br />
Press, Oxford, 1994.<br />
28 Últimas palabras de Connolly antes<br />
de ser ejecutado, el 16 de mayo de 1916.<br />
dentorista patriótico que enlaza<br />
con la tradición feniana. Su retórica<br />
marxista es ya inexistente: el<br />
ideario feniano aparece desnudo.<br />
Connolly empieza a imaginar ser<br />
un profeta que redime con su<br />
muerte la pecadora Irlanda que<br />
apoya a Inglaterra.<br />
El imaginado pueblo trabajador<br />
irlandés de Connolly ha dejado<br />
huérfana a la madre patria, la<br />
ha traicionado al socorrer a Inglaterra.<br />
Connolly no oculta su<br />
frustración ante el hecho. En diciembre<br />
de 1915 afirma:<br />
“Por unos cuantos chelines, los trabajadores<br />
irlandeses han vendido a su<br />
país, en el momento en que su patria<br />
más les necesitaba” 29 .<br />
En los umbrales de la insurrección<br />
de 1916 el tono es aún<br />
más mesiánico, redentorista y<br />
agónico:<br />
“No existe razón alguna para que se<br />
posponga el pago que los socialistas deben<br />
a la causa. Se debe pagar ahora. Puede<br />
pagarse en forma de martirio. Pero<br />
¿qué supone el martirio de unos pocos<br />
cientos, ante la matanza indiscriminada<br />
de centenares de miles? No existe una<br />
sola porción de la población irlandesa<br />
que no haya sucumbido a esta lepra política,<br />
social y cultural. La clase trabajadora<br />
irlandesa ha ido a luchar voluntariamente<br />
por un Imperio que la ultrajó,<br />
pisoteó y apaleó” 30 .<br />
Connolly cree legítima la idea<br />
de que una vanguardia iluminada<br />
rescate el espíritu nacional que yace<br />
agónico y corrompido. En<br />
1914 Connolly entra en contacto<br />
con la IRB (Irish Republican<br />
Brotherhood). En noviembre de<br />
ese año asume la dirección de la<br />
milicia socialista republicana ICA<br />
(Irish Citizen Army) tras la partida<br />
de Jim Larkin a Estados Unidos.<br />
A instancias de Tom Clarke<br />
(uno de los signatarios del Gobierno<br />
Provisional de la República<br />
en la insurrección de 1916),<br />
Connolly escribe un artículo en<br />
noviembre de 1915 defendiendo<br />
la necesidad de la ICA con el argumento<br />
de que<br />
29 Ruth Dudley Edwards: James Connolly.<br />
Gill and Macmillan, Dublín, 1998:<br />
134. 30 Kieran Allen: The Politics of James<br />
Connolly. Pluto Press, Londres, 1996: 134.<br />
50 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA n Nº 105