13.05.2013 Views

JUAN ARANZADI - Prisa Revistas

JUAN ARANZADI - Prisa Revistas

JUAN ARANZADI - Prisa Revistas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

D<br />

esde el final de la Segunda Guerra<br />

Mundial, Europa está sufriendo<br />

una profunda y significativa transformación<br />

de la población ligada a las<br />

mutaciones étnica y confesional de los<br />

flujos migratorios. Si bien tras aquella<br />

guerra los países europeos contaron con<br />

los desplazamientos de la propia población<br />

europea, sobre todo del Sur, para enfrentarse<br />

a la gigantesca tarea de la reconstrucción<br />

económica, es obligatorio constatar<br />

que esta fuente se agotó<br />

rápidamente y que los flujos migratorios<br />

provinieron cada vez más de la otra orilla<br />

del Mediterráneo. Francia se nutrió sobre<br />

todo del crisol magrebí, Inglaterra del espacio<br />

asiático y Alemania de la orilla este<br />

del Mediterráneo (Turquía, Yugoslavia).<br />

La inmigración intraeuropea belga, polaca,<br />

italiana, española y griega de confesión<br />

cristiana fue así progresivamente reemplazada<br />

por emigrados turcos, magrebíes<br />

y africanos de confesión musulmana.<br />

¿Qué es un musulmán, nos preguntaremos?<br />

Y no lo haremos en vano, ya que<br />

muchos musulmanes se ven catalogados<br />

como tales sin quererlo. Las estadísticas<br />

no se basan en las declaraciones de fe. Su<br />

preocupación por la práctica religiosa es<br />

imperfecta. Cuando los que pretenden<br />

captar a estos inmigrados desde la óptica<br />

confesional se refieren más bien a lo más<br />

evidente: el patronímico. Éste aparecería<br />

en cierto modo como un marcador seguro<br />

y objetivo del origen confesional. Naturalmente<br />

esto no significa en absoluto<br />

que estos musulmanes se definan como<br />

tales –aunque algunos pretendan hablar<br />

en su nombre–. Pero, sea lo que sea, esta<br />

población crece cada vez más. Los musulmanes<br />

turcos y marroquíes se sitúan sistemáticamente<br />

entre las 10 primeras nacionalidades<br />

que entran cada año a Bélgica,<br />

Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania,<br />

Holanda, Suecia… Los marroquíes son<br />

Nº 105 n CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA<br />

LOS INMIGRANTES<br />

Y EL ISLAM EUROPEO<br />

SAMI NAÏR<br />

también la primera nacionalidad extranjera<br />

en España e Italia. Si mantenemos el<br />

criterio neutro y objetivo del nombre,<br />

Francia cuenta con tres millones de musulmanes<br />

(aunque también podemos decir<br />

que tiene 60 millones de cristianos);<br />

Alemania, con unos 3,2 millones; Gran<br />

Bretaña, con más de un millón; Holanda,<br />

con unos 700.000. También podemos,<br />

mutatis mutandis, considerar que la población<br />

musulmana que vive en la actualidad<br />

en la Unión Europea está en torno a<br />

los 10 millones de personas, lo cual es poco<br />

en relación con el conjunto de la población,<br />

pero resulta muy significativo<br />

desde el punto de vista del cambio de estructura<br />

cultural de las poblaciones europeas.<br />

No hace falta ser un gran experto<br />

para comprender que esta transformación<br />

conlleva importantes mutaciones étnicas,<br />

culturales y políticas. A lo que también<br />

hay que añadir los efectos inevitables de<br />

la dinámica demográfica que se desarrolla<br />

al sur y al este del Mediterráneo. La inmigración<br />

proveniente de los países musulmanes<br />

deberá aumentar, no sólo por ese<br />

crecimiento, sino también por la acentuación<br />

de las desigualdades económicas entre<br />

el Norte y el Sur, en un contexto en el<br />

que la Unión Europea parece interesarse<br />

más por el este de Europa que por el norte<br />

de África u Oriente Medio. Recordemos<br />

que, según las previsiones de la<br />

ONU, el 98% del crecimiento futuro de<br />

la población mundial tendrá lugar en los<br />

países del Sur. Las previsiones para el entorno<br />

mediterráneo de aquí a 2025 son<br />

elocuentes 1 : un crecimiento de más del<br />

50% de la población total, es decir, el paso<br />

de 210 millones de habitantes en 1995<br />

a 320 millones en 2025, mientras que la<br />

1 Jacques Ouldaoudia: Perspectives démographiques<br />

des pays Partenaires Méditerrannéens, Ministerio<br />

de Economía y Finanzas. París, 9 de abril de 1999.<br />

población europea sufrirá una descenso<br />

de 373 millones de habitantes en 2000 a<br />

371 millones en 2025. El efecto conjunto<br />

de la presencia de los inmigrantes en Europa<br />

y la presión migratoria estructural ligada<br />

al aumento de la población en el Sur<br />

conduce a la aparición de una nueva y<br />

compleja demanda de reconocimiento<br />

identitario, expresión de la implantación<br />

duradera de la religión musulmana en<br />

Europa.<br />

La dimensión confesional de esta demanda<br />

es particularmente aparente, no<br />

porque el índice de practicantes entre estos<br />

inmigrantes sea muy elevado (menos<br />

de la mitad de la población musulmana es<br />

practicante en Holanda, menos del 20%<br />

pertenece a una organización cultural<br />

confesional en Alemania…), sino por tres<br />

razones históricas fundamentales. Por una<br />

parte, la religión musulmana es un marcador<br />

de diferencia fuerte en los sistemas<br />

político-culturales europeos, tradicionalmente<br />

homogéneos desde el punto de vista<br />

de la confesión. Sin por ello pretender<br />

exagerar esta novedad, me permito señalar<br />

que es la primera vez desde la Edad<br />

Media que el islam aparece con tanta<br />

fuerza en la estructura de las poblaciones<br />

europeas.<br />

Por otra parte, la exclusión de la que<br />

son víctimas con frecuencia los inmigrados,<br />

especialmente los jóvenes, les lleva a<br />

buscar en el islam los elementos necesarios<br />

para la afirmación de su identidad.<br />

Este regreso a su “pertenencia” confesional<br />

es una reacción de conservación identitaria<br />

y al mismo tiempo una construcción,<br />

con frecuencia polémica, formal, de<br />

una “identidad negativa”, en el sentido de<br />

Erikson. La mayoría de las encuestas que<br />

se refieren a la vivencia del islam entre los<br />

jóvenes nacidos en la emigración, como<br />

entre bastantes primo-migrantes, demuestran<br />

que el islam se vive menos con la serenidad<br />

de una fe libremente aceptada y<br />

7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!