La razón sobre la fe - Publicatuslibros.com

LO INEXPLICABLE DE LA CREACIÓN: DIOS.
Debemos trasladarnos necesariamente al principio de la explicación del mundo.
En él veíamos, como punto de partida, dos conceptos: EVOLUCIÓN y CREACIÓN.
Del concepto EVOLUCIÓN ya se ha hablado suficiente, estando claramente enlazado el
principio con la época actual.
Pero hemos dejado intencionadamente aislado, sin nombrarlo, quieto, el concepto de
CREACIÓN, que suponía lo inexplicable, lo divino, DIOS.
Más no debe confundirse al DIOS de la CREACIÓN con el dios que se introduce en la
EVOLUCIÓN del hombre del que ya hemos hablado.
Para no confundirlos, hemos denominado “dios” al creado por el hombre en la EVOLUCIÓN,
y “DIOS” al de la CREACIÓN.
Lo que los hombres, aún en sus cotas mas altas de INTELIGENCIA, no han podido aclarar, ni
aclararán nunca, es , ¿qué es el universo? y cómo es el creador o promotor de esa obra inmensa
a quien hemos denominado DIOS.
Decía Santo Tomás Moro que todos los hombres creen en una divinidad oculta, eterna, inmensa
e inexplicable.
Ese DIOS inexplicable e inalcanzable, que dirige el universo, que no interviene en la
EVOLUCIÓN del hombre, se desliga totalmente de él en el mismo momento en que empieza la
EVOLUCIÓN, dejándolo libre.
Ese DIOS se mantiene vivo en el mundo de lo INEXPLICABLE, observa la evolución del
hombre desde el principio hasta el final, pero no interviene nunca en el desarrollo de los actos
humanos.
Así como la EVOLUCIÓN nace, se desarrolla y tendrá su fin, el hombre en sí mismo nace,
vive y muere, sin que haya nada ni nadie que altere este proceso natural, ni hay nadie que desde
lo EXPLICABLE pueda saber lo que hay después de esa muerte.
Este DIOS, que inevitablemente tiene que ser justo, organizado, de infinita sabiduría para
controlar todo lo que existe en el universo, es sólo PRINCIPIO y FIN en la evolución.
El Hombre desde el principio de su EVOLUCIÓN eligió su forma de vivir y de emplear su
inteligencia, él mismo fue el que inventó el SOMETIMIENTO y el ACATAMIENTO, él crea
sus propias leyes, eligió su destino, distribuyó erróneamente la tierra, las riquezas, creó el
poder, la injusticia y la explotación, hizo el mundo a su conveniencia y no repartió los bienes
por igual.
Todo el desajuste social, económico y el desarrollo injusto del mundo es obra del hombre.
La razón sobre la fe Joaquín Cózar Infante 27