La razón sobre la fe - Publicatuslibros.com

NORMAS Y SISTEMAS ORGANIZATIVOS.
A lo largo de la historia el HOMBRE IGNORANTE se ve sometido a multitud y continuos
acosos, persecuciones, guerras, invasiones, corrupción,.........etc.
El más claro exponente de este SOMETIMIENTO es el que sufre el pueblo de ISRAEL.
Dentro de lo que forma la sociedad del hombre, por necesidad lógica, se establecen normas de
convivencia, para que siempre se intente ser un pueblo organizado. Los PATRIARCAS, por
ejemplo, son los que por su mayor edad y experiencia, dirigen y controlan el cumplimiento de
las normas, y se encargan de crear leyes para el funcionamiento de esos colectivos, de acuerdo
con sus características, costumbres y herencia de sus antepasados.
A lo largo de la historia aparecen personajes como NOÉ, ABRAHAM, ISAAC,
JACOB,MOISÉS,.......etc., todos ellos cabezas de sus respectivos pueblos.
Los PATRIARCAS abarcan el segundo milenio antes de JESÚS. Estos fueron: ABRAM (el
que dejó la ciudad de Ur), que más tarde se llamó ABRAHAM (el que escuchó la voz de su
conciencia o de dios), el que instauró la circuncisión en una Alianza que identifica al Pueblo
judío con su tierra hasta el fin de los tiempos. Luego aparece ISAAC, un hombre sencillo y fiel
a su familia, que confundió a Jacob con Esaú. Y por fin JACOB (Israel) el que formó las doce
tribus de Israel de acuerdo con sus doce hijos.
El término “judío” significa: “el que aparece”, “el que sigue las huellas”.
Al principio de los tiempos, la mayoría de los pueblos son nómadas, buscan la tierra más
apropiada para su establecimiento y su supervivencia.
Es a partir de que los PATRIARCAS van estableciendo las normas y leyes para sus pueblos,
cuando empiezan a nacer los sistemas organizativos que van pasando de generación en
generación, completándose y perfeccionándose cada vez más hasta llegar a nuestros días.
Hablar de la historia del pueblo de ISRAEL en su evolución anterior y posterior, es estar
hablando de la EVOLUCIÓN de un pueblo de HOMBRES IGNORANTES que se organizan
para poder sobrevivir.
El HOMBRE DOMINANTE, el guerrero, el invasor, el corrupto, también se somete
internamente a esta clase de estructuración y continuamente se hace referencia de él, aunque no
nos ocupemos de su EVOLUCIÓN con tanta dedicación.
Podríamos poner, sólo como ejemplo, algunas de las normas que se establecen dentro de la
sociedad del HOMBRE IGNORANTE, para dar testimonio de lo antes dicho:
En tiempos de NOÉ, la sangre es la vida. Por ello, el que derramase la sangre de algún
semejante, será castigado derramando la suya (esta ley intentaba endurecer el castigo a la
crueldad).
La razón sobre la fe Joaquín Cózar Infante 34