La razón sobre la fe - Publicatuslibros.com
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conocimiento humano es explicable porque DIOS está en <strong>la</strong> CREACIÓN-EVOLUCIÓN. Pero<br />
cuando pretendemos entender el “sólo el final” lo hacemos desde una visión humana de<br />
imaginación que no llega a demostrar nada, ya que el hombre desconoce lo que habrá en su<br />
final, después de <strong>la</strong> muerte. <strong>La</strong> razón da <strong>la</strong> respuesta a ese “después de <strong>la</strong> muerte”: NADA.<br />
Desde luego es lógico entender que si DIOS existe en una dimensión eterna e inexplicable, su<br />
presencia, nunca está dentro de lo explicable, ni se encuentre tanto al principio, a lo <strong>la</strong>rgo y al<br />
final de <strong>la</strong> vida del hombre. Es decir, que desde el mismo momento que el hombre acepta <strong>la</strong><br />
existencia de DIOS en <strong>la</strong> CREACIÓN, tiene que “supuestamente” esperar su existencia<br />
después de <strong>la</strong> muerte, ya que el nacer y el morir del hombre es un espacio insignificante ante <strong>la</strong><br />
ilimitada existencia de DIOS. De nuevo el hombre vuelve a hacer conjeturas.<br />
DIOS no infunde en el hombre el don del intelecto, el cuerpo humano transporta a lo <strong>la</strong>rgo de<br />
su vida ese don que lo hace di<strong>fe</strong>rente a todo ser creado por DIOS en su CREACIÓN. Ya el<br />
hombre no es sólo cuerpo físico (animal) sino cuerpo con el don del intelecto (persona).<br />
Por razonamiento humano todo lo que viene de DIOS es imperecedero porque DIOS y toda su<br />
CREACIÓN son eternos. Podemos entonces entender desde <strong>la</strong> razón que si el hombre muere el<br />
cuerpo se corrompe, desaparece, y con él el intelecto que no es obra de DIOS.<br />
<strong>La</strong> explicación es que <strong>la</strong> evolución produce transformaciones en los seres vivientes tanto<br />
p<strong>la</strong>ntas <strong>com</strong>o animales que a través del proceso evolutivo sufren una c<strong>la</strong>se de metamorfosis o<br />
cambio que tiende unas veces a <strong>la</strong> destrucción de <strong>la</strong> especie o a su transformación. El hombre<br />
<strong>com</strong>o animal está sometido a esta ley natural de <strong>la</strong> caducidad.<br />
Es necesario ac<strong>la</strong>rar que <strong>la</strong> EVOLUCIÓN es un proceso natural dentro del esquema de <strong>la</strong><br />
CREACIÓN de DIOS.<br />
Si desde un principio hubiéramos negado <strong>la</strong> intervención de DIOS en <strong>la</strong> CREACIÓN, y sólo<br />
hubiéramos dado <strong>com</strong>o válido el de <strong>la</strong> EVOLUCIÓN, no nos podríamos p<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong>s anteriores<br />
preguntas, porque al negar <strong>la</strong> existencia de DIOS, sólo dejaríamos al hombre en <strong>la</strong> dimensión<br />
explicable <strong>com</strong>o uno más de los animales sometido a esa transformación evolutiva. Pero <strong>com</strong>o<br />
hemos admitido que DIOS está en <strong>la</strong> CREACIÓN-EVOLUCIÓN no puede eliminarse desde el<br />
conocimiento humano aunque se mantenga en lo inexplicable y no intervenga en <strong>la</strong> posterior<br />
evolución del hombre.<br />
A lo <strong>la</strong>rgo de <strong>la</strong> vida del hombre continúan sucediéndose con precisión exacta muchos<br />
<strong>fe</strong>nómenos del universo y de <strong>la</strong> naturaleza, todos esos cambios en nuestro mundo son<br />
consecuencia de los actos de los hombres y de <strong>la</strong> propia naturaleza, nada tienen que ver con ese<br />
DIOS.<br />
No puede <strong>com</strong>pararse <strong>la</strong> evolución del hombre con <strong>la</strong> de cualquier p<strong>la</strong>nta o animal que existen.<br />
<strong>La</strong> configuración humana está dotada de unas esencias especiales y di<strong>fe</strong>renciadas del resto de lo<br />
creado. Cuando se hab<strong>la</strong> de cuerpo y alma se identifican dos conceptos muy c<strong>la</strong>ros; uno el del<br />
cuerpo del hombre físico, tangible, explicable y caduco; y el otro el espiritual, el invisible, el<br />
inexplicable, el pensar, el intelecto, <strong>la</strong> reflexión, <strong>la</strong> voluntad. ¿Éste segundo concepto es caduco<br />
cómo el cuerpo?. Por supuesto que sí ya que fue adquirido en <strong>la</strong> evolución por el mismo<br />
hombre.<br />
<strong>La</strong> razón <strong>sobre</strong> <strong>la</strong> <strong>fe</strong> Joaquín Cózar Infante 99