12.03.2015 Views

Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres Ciudades Seguras para ...

Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres Ciudades Seguras para ...

Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres Ciudades Seguras para ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tradicionalización, 20 <strong>las</strong> mujeres han entrado masivamente (aunque en forma precaria en<br />

muchos casos) al mercado de trabajo. Han comenzado a acceder, por <strong>las</strong> políticas de discriminación<br />

positiva, a cargos públicos; han logrado la posibilidad de un mayor control de<br />

su sexualidad, por la generalización de los métodos anticonceptivos (aunque no los usen,<br />

su presencia en el horizonte de <strong>las</strong> mujeres es innegable). Es una realidad aún desigual<br />

que, <strong>sin</strong> embargo, matiza y debilita la concepción de la victimización de <strong>las</strong> mujeres.<br />

Ser sujeto en la ciudad es también construir discursos sobre los procesos de exclusión<br />

e inclusión. Las percepciones excluyentes de la ciudad —verdades parciales de la realidad—<br />

ganan espacio y legitimidad cuando no hay otros discursos que <strong>las</strong> disputen. El<br />

proceso de generar “discursos” que disputen visiones es expresión de la acción de los<br />

actores sociales. En los contextos de fragmentación de la vida urbana, estos discursos se<br />

dan también fragmentadamente, dificultando que <strong>las</strong> tensiones expresadas de esa forma<br />

se conviertan en problema: un conflicto explícito <strong>para</strong> el que existen soluciones. Son esas<br />

manifestaciones difusas <strong>las</strong> que pueden convertirse en problemas consensuados en relación<br />

con la ciudad: transporte, agua, tráfico, ruidos, y que pueden dar pie <strong>para</strong> acciones<br />

consensuadas, dando así “voz a tensiones implícitas (…) y permitir su salida del estado<br />

larvario” (Durán, La ciudad compartida).<br />

Junto con estas dimensiones de luchas concretas, existen otras, de más largo aliento,<br />

como son el lugar que ocupan <strong>las</strong> ciudades en los procesos de producción y los procesos<br />

globales, los impactos de la globalización, <strong>las</strong> luchas entre c<strong>las</strong>es sociales y disputas<br />

entre géneros, formas de configuración de <strong>las</strong> identidades y sus discursos, climas intelectuales<br />

democráticos o antidemocráticos. Estas dimensiones requieren de cambios más<br />

estructurales, más lentos y de mayor envergadura. Siendo fundamentales <strong>para</strong> asentar<br />

el piso democrático, no son necesariamente vistas como problemas. De allí la necesidad<br />

de actores y colectivos que produzcan discursos alternativos, propuestas, foros de discusión;<br />

portavoces que mantengan la visibilidad de estos asuntos en la opinión pública,<br />

que recuperen un “pensamiento enrevesado de emociones que no llegan a teorizarse ni<br />

hacerse públicos” (Durán, La ciudad compartida), construyendo estrategias organizativas<br />

y generando discursos alternativos y contraculturales.<br />

Los habitantes de la ciudad son heterogéneos, sus características dependen de los lugares<br />

que ocupan, los barrios donde viven, la forma y extensión de apropiación del territorio,<br />

el uso del espacio, la distribución del tiempo entre sus diferentes desplazamientos, <strong>las</strong><br />

distancias habitacionales, todo lo cual también varía según <strong>las</strong> edades y el sexo. En todos<br />

los casos, parecería que los hombres tienen mucho más intercambio y apropiación (generalmente<br />

excluyente) de los espacios públicos. En determinados territorios <strong>las</strong> mujeres<br />

jóvenes tienen incursiones propias y, si bien tienen miedo, igual se apropian del espacio.<br />

En general, <strong>sin</strong> embargo, <strong>las</strong> mujeres tienen más restricciones, más temor, pero también<br />

formas múltiples de acercarse y apropiarse de espacios territoriales, generalmente los<br />

más cercanos a su vida cotidiana (el barrio) (Durán, Primer Taller, 23 octubre 2006).<br />

Los procesos de apropiación de los espacios a través de la organización colectiva facilitan<br />

también el recuperar esta perspectiva de pares entre <strong>las</strong> mujeres. Las luchas sociales<br />

urbanas, orientadas a redefinir, apropiarse y disputar por la recuperación de espacios<br />

excluyentes e ilegítimos de la ciudad, generan nuevos discursos e imaginarios y constitu-<br />

20 Anthony Giddens, “Reflexiones de Anthony Giddens sobre el Proceso de Mundialización” (Extractos de su discurso<br />

de apertura en la conferencia de UNRISD sobre Mundialización y Ciudadanía), en Boletín UNRISD Informa (Francia)<br />

nº 15, 1996.<br />

36<br />

Cuadernos de diálogos 1

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!