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Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres Ciudades Seguras para ...

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Si bien la autonomía física es la que se enfrenta a la violencia, <strong>las</strong> complejidades de la<br />

autonomía se expresan en el hecho de que ninguna de sus dimensiones puede lograrse<br />

en sí misma, <strong>sin</strong>o en interrelación con todas <strong>las</strong> demás, y en el cruce de <strong>las</strong> otras múltiples<br />

discriminaciones y exclusiones que viven <strong>las</strong> mujeres. La autonomía política, dimensión<br />

más desarrollada en América Latina, varía en su ejercicio si se trata de mujeres analfabetas<br />

que, aunque pueden votar, no tienen documento de identidad. También varía en su extensión:<br />

puede ser acceso sólo al derecho a voto, o una participación activa en <strong>las</strong> soluciones<br />

de la ciudad, con exigencia de transparencia y rendición de cuentas. En cualquiera de sus<br />

expresiones y niveles de desarrollo, pesa en <strong>las</strong> mujeres su grado de autonomía económica.<br />

Igualmente, la autonomía física es una dimensión fundamental de los derechos ciudadanos,<br />

al afirmar el derecho a la integridad física, a una vida <strong>sin</strong> violencia, a la capacidad de<br />

decidir sobre su propio cuerpo, tener acceso informado a los derechos reproductivos, incluyendo<br />

la decisión libre sobre el embarazo y el placer. Sin embargo, la falta de autonomía<br />

económica pone tensiones y límites a la autonomía física, y lleva a <strong>las</strong> mujeres, según hemos<br />

visto, a aceptar situaciones de violencia y exclusión por la falta de trabajo remunerado, o<br />

porque no tienen acceso a la propiedad de la tierra o de la vivienda. La autonomía sociocultural,<br />

ligada estrechamente a la extensión del tejido e institucionalidad democráticos, se<br />

expresa en políticas de reconocimiento al ejercicio de sus derechos al trabajo remunerado, a<br />

una vida <strong>sin</strong> violencia, a una participación activa en los asuntos de la ciudad, a una democracia<br />

no tutelada por instituciones y discursos religiosos, afirmándose así —como indica<br />

Eugenio Lahera en <strong>Ciudades</strong> <strong>para</strong> convivir— en la “inadmisibilidad de convertir en temas<br />

de conciencia asuntos que corresponden a <strong>las</strong> políticas públicas de la sociedad” (p. 64). Y<br />

en este proceso, el rol de <strong>las</strong> políticas públicas es fundamental. La autonomía del individuo<br />

depende del rango de opciones y de recursos que ponga a su disposición la sociedad. 45<br />

2.2.3 Lo global<br />

El espacio es producto de interrelaciones, se constituye a través de la<br />

interacción, desde lo inmenso de lo global a lo ínfimo de la intimidad (…) porque el<br />

espacio es producto de relaciones, <strong>las</strong> que están necesariamente implícitas en <strong>las</strong> prácticas<br />

materiales que deben realizarse, siempre éste es un proceso de formación,<br />

de devenir, nunca acabado, nunca cerrado.<br />

Doreen Massey 46<br />

Ésta es una dimensión presente en varias intervenciones y análisis del Seminario citado,<br />

pero ausente como marco y horizonte de referencia.<br />

Lo global es parte constitutivo de lo local. Y ello no sólo por <strong>las</strong> distorsiones económicas<br />

y la primacía del mercado que trae la globalización neoliberal y su impacto en lo local; no<br />

sólo porque <strong>las</strong> agendas locales y nacionales se definen muchas veces por los fenómenos<br />

globales (migración, narcotráfico, corrupción) y por <strong>las</strong> agendas globales (la de los que<br />

tienen más poder); no sólo porque algunas ciudades tienen más relación con otras ciudades<br />

y otros continentes que dentro de su mismo país, <strong>sin</strong>o básicamente porque el sentido<br />

del tiempo y del espacio y sus interrelaciones, aunque manteniendo su articulación, también<br />

han cambiado en la globalización.<br />

45 Lechner, citado en intervención de Nieves Rico en <strong>Ciudades</strong> <strong>para</strong> convivir. (Norbert Lechner, “Contra la<br />

naturalización de lo social, el deseo de ser sujeto”, en Programa de <strong>las</strong> Naciones Unidas <strong>para</strong> el Desarrollo [PNUD],<br />

Desarrollo humano en Chile. El poder: ¿<strong>para</strong> qué y <strong>para</strong> quién? [Santiago: PNUD, diciembre 2004]).<br />

46 Doreen Massey, en “La filosofía y la política de la espacialidad: algunas consideraciones”, en L. Arfuch (comp.),<br />

Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias (Buenos Aires: Paidós), pp. 104-105.<br />

54<br />

Cuadernos de diálogos 1

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