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Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres Ciudades Seguras para ...

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2.2.1 El cuerpo como espacio político<br />

La idea central en este acercamiento es que los fenómenos sociales no están fuera del<br />

espacio, ni fuera del tiempo, ni fuera de los impactos de género. Es una combinación<br />

de múltiples factores que quitan el carácter abstracto al espacio y generan elementos<br />

más complejos <strong>para</strong> el análisis y <strong>para</strong> <strong>las</strong> políticas: “la temporalidad también es espacial:<br />

geografías, lugares, moradas, escenas donde los cuerpos se dibujan, que es a menudo la<br />

marca más consistente de la cronología, el anclaje más nítido de la afectividad. El espacio<br />

así se transforma en espacio biográfico”. 33<br />

Y el cuerpo es el depositario de esa biografía <strong>para</strong> <strong>las</strong> mujeres. El cuerpo de <strong>las</strong> mujeres,<br />

con sus tiempos y espacios de violencia, actuales e históricos, pero también de resistencia,<br />

es clave en este análisis. Han hecho referencia al cuerpo varias de <strong>las</strong> intervenciones<br />

y análisis del Seminario CIUDADES SIN VIOLENCIA PARA LAS MUJERES, CIUDADES SEGURAS PARA<br />

TODAS Y TODOS, cuyas ponencias y comentario fueron recogidos en el libro ya citado <strong>Ciudades</strong><br />

<strong>para</strong> convivir: <strong>sin</strong> violencias <strong>hacia</strong> <strong>las</strong> mujeres. Mazzolo nos dice que en relación con el<br />

diseño urbano y la inseguridad de <strong>las</strong> mujeres en el espacio público, está de por medio<br />

el “estar expuestas a conductas invasivas del espacio corporal” a través de manoseos o<br />

asedios sexuales en <strong>las</strong> calles o en los medios de transporte (p. 139). Teresa Valdés plantea<br />

que los derechos de <strong>las</strong> mujeres están fuertemente centrados en su cuerpo físico y todo<br />

lo que él representa. José Olavarría sostiene que si ser mujer u hombre está condicionado<br />

por los aprendizajes y la cultura, “lo que se requiere es transformar la cultura en relación<br />

con los cuerpos, de manera que reconociéndose diferencias, se reconozcan asimismo los<br />

derechos y la equidad en la diferencia” (p. 83).<br />

Foucault ha expresado muy bien, en Vigilar y castigar, este proceso desde el significante<br />

del cuerpo, que, finalmente, es el que recibe la agresión: el cuerpo es un campo político<br />

tensionado entre <strong>las</strong> distintas relaciones de poder que actúan sobre él y lo marcan, lo<br />

limitan, lo castigan. La violencia es el mecanismo por el cual se somete a los cuerpos con<br />

menos poder al suplicio del escarmiento de los que tienen poder.<br />

Si esto es así, la lucha por el reconocimiento del cuerpo como espacio-lugar político es fundamental.<br />

El cuerpo, en el contexto actual, es ubicado como la base material, concreta, profunda<br />

de dominación y sufrimiento, como territorio de comercialización y colonización. Y de<br />

violencia. Sin embargo, el cuerpo es también, y activamente, el sustento de prácticas de<br />

libertad y democracia, que van generando nuevos significantes de transformación. El<br />

cuerpo es el lugar donde yo habito, el primer lugar de mi existencia, el instrumento con<br />

el que me relaciono con el mundo. Desde esta perspectiva, nos dicen Wendy Harcourt<br />

y Arturo Escobar, 34 es necesaria una nueva reconceptualización del cuerpo como lugar<br />

político, que está no sólo atado a lo privado, o al ser individual, <strong>sin</strong>o también vinculado<br />

íntegramente al lugar, a lo local, a lo social, al espacio público. A su vez, Betânia Ávila<br />

dice que el cuerpo ha devenido en un campo “dotado de ciudadanía” 35 y, por lo tanto, de<br />

derechos frente a la violencia y a la negación de <strong>las</strong> mujeres como sujetos.<br />

33 Leonor Arfuch, citada en Mara Rodríguez e Iván Alvarenque, “Las espacialidades abiertas”.<br />

34 Wendy Harcourt y Arturo Escobar, “<strong>Mujeres</strong> y política de lugar”, en Desarrollo 45. Lugar, política y justicia: <strong>las</strong><br />

mujeres frente a la globalización. Revista de la Sociedad Internacional <strong>para</strong> el Desarrollo (Roma), 2000, pp. 5–13.<br />

Reproducido en http://www.dgdc.unam.mx/Assets/pdfs/sem_hartcourt.pdf (recuperado 4 abril 2008).<br />

35 Maria Betânia Ávila, “Feminismo, ciudadanía e trasnformação social”, en Textos e Imagens do feminismo:<br />

mulheres construindo a igualdade (Recife: SOS Corpo, 2001).<br />

Fondo de Desarrollo de <strong>las</strong> Naciones Unidas <strong>para</strong> la Mujer – UNIFEM Brasil y Países del Cono Sur<br />

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