CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNSfueron abriendo mayores opciones para los no here<strong>de</strong>ros (Arrizabalaga,2009). Pero incluso en ausencia <strong>de</strong> familia, los ancianos conalguna tierra o propiedad la cedían a terceros a cambio <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>y atención en la vejez, siendo frecuente la firma <strong>de</strong> contratos paraello. En ausencia <strong>de</strong> propiedad y <strong>de</strong> lazos familiares capaces <strong>de</strong>asumir los <strong>cuidados</strong>, los municipios y las instituciones asistencialesse hacían cargo <strong>de</strong> los ancianos (Nagata, 2009). La historiasocial reciente ha <strong>de</strong>svelado también otra cara <strong>de</strong> la moneda: laspersonas ancianas no han sido nunca únicamente receptoras <strong>de</strong><strong>cuidados</strong>, sino también proveedoras <strong>de</strong> los mismos (Thane, 2010).Su papel en el cuidado <strong>de</strong> los hijos, hijas, nietos, nietas y personasenfermas ha sido históricamente más relevante <strong>de</strong> lo que puedapensarse: material, física y emocionalmente. En los hogares don<strong>de</strong>las mujeres tenían un empleo sus madres o sus suegras u otrasparientes <strong>de</strong> edad, más a menudo viudas, reemplazaban con supresencia y su <strong>trabajo</strong> los <strong>cuidados</strong> a los y las menores <strong>de</strong> edad o seocupaban <strong>de</strong> las tareas domésticas facilitando una mayor intensidad<strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> las hijas o nueras más jóvenes. La iconografía hahecho muy popular la imagen <strong>de</strong> la mujer anciana a la puerta <strong>de</strong>las casas rurales hilando o alimentando a las gallinas a la vez queocupándose <strong>de</strong> los niños y niñas <strong>de</strong> menor edad. Y la <strong>de</strong>mografíahistórica ha mostrado cómo en los hogares con mujeres adultasempleadas en el mercado era más frecuente la presencia <strong>de</strong> mujeresviudas <strong>de</strong> edad avanzada.En <strong>de</strong>finitiva, este recorrido —necesariamente sintético— dacuenta, a la vez, <strong>de</strong> la relevancia <strong>de</strong> los <strong>trabajo</strong>s domésticos y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>en socieda<strong>de</strong>s históricas y <strong>de</strong> su enorme variabilidad a lolargo <strong>de</strong>l tiempo, haciendo referencia a los <strong>de</strong>bates que en torno asu entronque con los sistemas económicos y políticos, las relaciones<strong>de</strong> género, y su función para el bienestar <strong>de</strong> las personas sesuscitaron en el pasado. Algunos <strong>de</strong> los problemas planteados enépocas pasadas han sido hoy asumidos por el Estado <strong>de</strong> Bienestar,otros siguen <strong>de</strong>sempeñándose sobre bases privadas, en los hogares,mayoritariamente por las mujeres, con los mismos objetivos: lareproducción <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra para el mercado y el bienestar <strong>de</strong>las personas. Una dualidad que, ayer, como hoy, <strong>de</strong>fine la ambigüedadcon que las mujeres viven el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>.28
LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDADOSEN LAS CIENCIAS SOCIALESINTRODUCCIÓNEste breve recorrido por el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> en socieda<strong>de</strong>s históricasmuestra que aunque su conceptualización sea relativamentereciente, su importancia en la reproducción biológica y social ocupóun lugar clave en el pasado. En este apartado vamos a revisar el surgimiento<strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates sobre el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> que, durantelos años setenta y ochenta <strong>de</strong>l siglo XX, se plantean ligados al <strong>de</strong>batesobre el <strong>trabajo</strong> doméstico. <strong>El</strong> tema surgió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el movimientofeminista incorporándose posteriormente a la aca<strong>de</strong>mia, aunqueesta continuó resistiéndose largo tiempo —y continúa haciéndolo—a aceptarlo como objeto <strong>de</strong> estudio. A este último asunto <strong>de</strong>dicamoslas primeras líneas <strong>de</strong> esta sección.Thomas Kuhn (1962) había advertido <strong>de</strong> la importancia y elpo<strong>de</strong>r que la comunidad científica tiene a la hora <strong>de</strong> fijar las fronteras<strong>de</strong> lo que pue<strong>de</strong> o no pue<strong>de</strong> ser estudiado por la ciencia. Algo a loque se enfrentan las científicas sociales feministas con tanto tesóncomo magra fortuna <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace casi cuarenta años, ya que sus aportacioneshan tenido escasa inci<strong>de</strong>ncia en la comunidad científica,salvo cuando han constituido una comunidad aparte. Siendo entoncesel calificativo <strong>de</strong> feminista o el hecho <strong>de</strong> interesarse por lascuestiones que afectan a las mujeres lo que ha servido para <strong>de</strong>jar almargen su producción científica (Zuckermann, 1993).<strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> no ha sido ajeno a esta realidad. Lasdistintas disciplinas sociales han sido muy poco permeables a loscambios conceptuales y no lo han integrado como elemento relevanteen sus respectivos cuadros analíticos. Sin embargo, el <strong>trabajo</strong><strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> es uno <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> investigación más prometedoresen la sociología y la economía feminista, disciplinas <strong>de</strong> las quenos ocuparemos a continuación.En el campo <strong>de</strong> la sociología, el <strong>de</strong>bate sobre el <strong>trabajo</strong> domésticoa pesar <strong>de</strong> su capacidad heurística no ha sido capaz <strong>de</strong> hacermella en la comunidad <strong>de</strong> especialistas que, a día <strong>de</strong> hoy, persistenen la confusión entre <strong>trabajo</strong> y empleo. <strong>El</strong>lo ha provocado que el<strong>trabajo</strong> doméstico continúe siendo un objeto <strong>de</strong> estudio apenaslegitimado. La emergencia <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> cuidado o <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong>29
- Page 4 and 5: CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7: COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80:
INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82:
INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84:
INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86:
INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88:
INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90:
INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92:
INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94:
INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95:
INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti