CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNSdosis emocionales. Un quehacer compuesto por tareas eminentemente<strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> que se van a suce<strong>de</strong>r a lo largo <strong>de</strong> todo el ciclo <strong>de</strong>vida <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> la familia; y que van a variar en función <strong>de</strong>lvolumen y características <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>pendientes (criaturas,ancianas, enfermas, adultos) <strong>de</strong>l propio núcleo familiar o <strong>de</strong>ladquirido. Finalmente, hay una dimensión un tanto borrosa queatañe a las distintas activida<strong>de</strong>s, como es la actitud <strong>de</strong> —estar disponiblepara—, <strong>de</strong> —estar atenta/o a—, lo que en el mundo anglosajón<strong>de</strong>nominan estar —on call—; que no es exactamente realizar unaacción, sino estar en condiciones y en disposición <strong>de</strong> realizarla en elmomento que se requiera.<strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> se caracteriza también porque englobauna notable carga <strong>de</strong> subjetividad, traducida en emociones, sentimientos,afectos o <strong>de</strong>safectos, amores o <strong>de</strong>samores, etc. <strong>El</strong> peligro<strong>de</strong> este aspecto subjetivo es la utilización que se ha hecho <strong>de</strong> él paraconstruir una i<strong>de</strong>ntidad femenina basada en el cuidado y la maternidad,la llamada mística <strong>de</strong>l cuidado, negando que en muchassituaciones es <strong>de</strong> una gran dureza, no cumple los requisitos <strong>de</strong> amorque se le suponen y se realiza básicamente por la obligación moralsocialmente construida que presiona a las mujeres.<strong>El</strong> cuidado a las personas y las activida<strong>de</strong>s que implica ha sidotradicionalmente asignado a la población femenina —generalmenteorganizada en re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mujeres: abuelas, madres, hijas, amigas,vecinas, etc.— y en el simbólico colectivo es reconocido como un<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> mujeres, sea realizado con o sin remuneración. En consecuencia,es un <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong>valuado, en el sentido <strong>de</strong> que no tienereconocimiento social y si se remunera los salarios son <strong>de</strong> los másbajos <strong>de</strong>l mercado. Esta valoración correspon<strong>de</strong> a una sociedadpatriarcal don<strong>de</strong> lo que está <strong>de</strong>valuado es ser mujer y, por tanto,todos los <strong>trabajo</strong>s que se i<strong>de</strong>ntifiquen como femeninos, carecen <strong>de</strong>valor social. Pero, por otra parte, no todas las mujeres son iguales.Diferencias <strong>de</strong> etnia y clase social pue<strong>de</strong>n representar importantes<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en la realización <strong>de</strong> los <strong>cuidados</strong>. No hay que olvidarque la participación <strong>de</strong> las mujeres en el cuidado ha sido una <strong>de</strong> lasrazones que les ha impedido tener acceso a los mismos niveles <strong>de</strong>renta y riqueza que la población masculina y lo que ha llevado a lallamada feminización <strong>de</strong> la pobreza.72
INTRODUCCIÓNOtro aspecto que <strong>de</strong>fine el cuidado son las relaciones bajo lascuales se realiza. En cualquier actividad que se <strong>de</strong>fina como <strong>trabajo</strong>no serán las características <strong>de</strong> la tarea concreta las que <strong>de</strong>terminen<strong>de</strong> qué tipo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> se trata, sino las relaciones bajo las cualestiene lugar dicha actividad. Así, un plato <strong>de</strong> comida realizado por unama <strong>de</strong> casa en el hogar será consi<strong>de</strong>rado <strong>trabajo</strong> doméstico, encambio, el mismo plato <strong>de</strong> comida realizado en un restaurante será<strong>de</strong>finido como <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> mercado. De la misma manera, el <strong>trabajo</strong><strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> pue<strong>de</strong> realizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hogares o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mercadou ofrecido como servicio público. Uno <strong>de</strong> los elementos que tendrá encomún este <strong>trabajo</strong> realizado en distintos ámbitos es que será un <strong>trabajo</strong>socialmente <strong>de</strong>valuado, lo que en el ámbito extra domésticoqueda reflejado en salarios bajos y condiciones laborales muy pre -carias. Cada una <strong>de</strong> estas formas <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> con sus particularesca racterísticas presenta ventajas e inconvenientes y cada persona,cuidadora o requerida <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, tendrá sus preferencias y sus<strong>de</strong>seos en razón <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> factores: relaciones entre la personacuidada y la cuidadora, energías requeridas, tiempo necesario <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>,calidad <strong>de</strong> los servicios públicos, niveles <strong>de</strong> renta, etcétera.Ahora bien, una característica que interesa <strong>de</strong>stacar <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong><strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> es su universalidad. Todos y todas necesitamos <strong>cuidados</strong>,con distintas características según el momento <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong>vida, que suelen ser muy intensos en los inicios y finales <strong>de</strong> la vida,aunque estén presentes a lo largo <strong>de</strong> toda ella. En consecuencia, los<strong>cuidados</strong> son necesarios, la sociedad los requiere. La cuestión esqué tipo <strong>de</strong> respuesta da la sociedad como tal, qué solución colectivase pue<strong>de</strong> ofrecer a una gestión difícil que implica cuotas importantes<strong>de</strong> tensiones, sin i<strong>de</strong>ntificar el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> con <strong>de</strong>terminadosgrupos <strong>de</strong> población con características socialmente <strong>de</strong>valuadas(mujeres, pobres, inmigrantes, etcétera).Finalmente, en cuanto al objetivo, se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> un objetivogenérico y <strong>de</strong> otro más específico. <strong>El</strong> primero tiene que ver conel bienestar <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>l hogar y <strong>de</strong> la familia. <strong>El</strong> ámbito <strong>de</strong>lhogar es el núcleo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se mantiene la vida, se establecenlas relaciones, se realizan los <strong>cuidados</strong> <strong>de</strong> la vida cotidiana y la salud,don<strong>de</strong> crecemos, nos criamos, educamos y convertimos en personassociales, don<strong>de</strong> se logran ciertos estándares <strong>de</strong> vida imposibles73
- Page 4 and 5:
CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7:
COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9:
CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11:
PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14:
INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16:
INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18:
INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20:
INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti