CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNS39. Los presupuestos realizados en Italia por el equipo mencionado en la nota 37se sitúan en esta óptica.40. Básicamente por los autores y autoras participantes en Human Development andCapability Association (www.capabilityapproach.com).41. Benería (2008) utiliza el enfoque <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s para comparar el análisis<strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> conciliación en países <strong>de</strong>l Sur y países europeos.42. <strong>El</strong> <strong>de</strong>bate sobre la construcción <strong>de</strong> una lista <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s se inició con lanegación explícita <strong>de</strong> Sen —sosteniendo que una lista <strong>de</strong> esas características nopue<strong>de</strong> ser universal, sino que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> cada contexto concreto— y larespuesta contraria <strong>de</strong> Martha Nussbaum que, entre otros/as, critica al premioNobel o bien por no haber realizado una lista o bien por no haber ofrecido unametodología para construirla. Diversas autoras han elaborado listas <strong>de</strong>capacida<strong>de</strong>s que se plantean abiertas a discusión y modificaciones: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lamás universal y abstracta <strong>de</strong> Nussbaum (2000, 2003) hasta algunas másconcretas con objetivos específicos señaladas aquí.43. En relación a esta capacidad, existe un problema al intentar operativizarla, yaque no es nada fácil, por una parte, <strong>de</strong>finir qué significa “estar bien cuidada(o)”y, por otra, medirlo.44. Robeyns (2003, 2005b) discute la existencia <strong>de</strong> una lista única universal en lostérminos ofrecidos por Nussbaum. En su artículo presenta una tabla comparativa<strong>de</strong> cuatro listas <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s elaboradas por distintas autoras.45. En el ecofeminismo coexisten distintas corrientes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las más esencialistasque sostienen la existencia <strong>de</strong> una relación biológica entre mujeres y naturalezahasta las que plantean la relación <strong>de</strong> las mujeres con la naturaleza como unaconstrucción social (Mellor, 2005). Pero todas coinci<strong>de</strong>n en la grave crisisecológica como resultado <strong>de</strong> la dominación y explotación <strong>de</strong> la naturaleza.Dentro <strong>de</strong> los primeros estudios en esta línea están Mies y Shiva (1993),Harcourt (1994), Braidotti et al. (1994), Mellor (1997).46. La revista Ecological Economics publicó en 1997 un número <strong>de</strong>dicadoespecíficamente a “Women, Ecology and Economics” (Ecological Economics vol.20 (2).47. En la encuesta <strong>de</strong> presupuestos <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong> EUSTAT (1993) se citan comoantece<strong>de</strong>ntes primeros <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l tiempo una encuesta realizadapor Strumilin en Moscú en 1924 y un estudio metodológico sobre este tipo <strong>de</strong>encuestas realizado por Pitirim Sorokin y Clarence Q. Berger en 1939. Laprimera formulación <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> valorar y <strong>de</strong> cómo valorar el <strong>trabajo</strong>doméstico se encuentra en Margaret Reid 1934. La revista Feminist Economics<strong>de</strong>dicó a su memoria el nº 2 (3) <strong>de</strong> 1996.48. Como nos ha mostrado el estudio <strong>de</strong> Cristina Bor<strong>de</strong>rías sobre la MonografíaEstadística <strong>de</strong> la Clase Obrera Barcelonesa <strong>de</strong> 1856 <strong>de</strong> Il<strong>de</strong>fons Cerdà, elpresupuesto doméstico elaborado por Cerdà incluyó una estimación <strong>de</strong>l valormonetario <strong>de</strong> algunas tareas <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> doméstico, <strong>de</strong> manera similar a lo quehizo Le Play (1855) en su estudio sobre las familias europeas (Bor<strong>de</strong>rías,2001).49. Los estudios <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l tiempo comienzan a generalizarse en los años sesentaen la mayoría <strong>de</strong> los países industrializados con el objetivo <strong>de</strong> obtenerinformación sobre el modo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las personas. Estas aportaciones sonamplísimas y han venido básicamente <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la sociología. Las primerasreferencias obligadas son los <strong>trabajo</strong>s <strong>de</strong> Szalai (1972) y Gershuny y Jones(1987). A nivel internacional se pue<strong>de</strong>n seguir las publicaciones <strong>de</strong> la red TheChanging Use of Time. También fue importante la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sexo en tiempo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> realizada por el PNUD (1995). En España, el CSICy CIRES realizan los primeros estudios sobre el uso <strong>de</strong>l tiempo, a finales <strong>de</strong> los78
INTRODUCCIÓNaños ochenta. La autora pionera en este tipo <strong>de</strong> estudios es María ÁngelesDurán; su obra De puertas a<strong>de</strong>ntro (1988) fue la primera aportación relevante <strong>de</strong>información sobre el uso <strong>de</strong>l tiempo en España. A partir <strong>de</strong> entonces existe unextenso conjunto <strong>de</strong> investigaciones, muchas <strong>de</strong> ellas financiadas y publicadaspor el Instituto <strong>de</strong> la Mujer, entre las cuales cabe mencionar los estudios<strong>de</strong> María Jesús Izquierdo, el Colectivo IOE y Ramón Ramos. Parte importante <strong>de</strong>los estudios realizados en estos años en España se encuentran reseñados enRamos (1994), Durán (1997), Durán y García Sainz (1997), Mayordomo (2004),Carrasco et al. (2004). Para experiencias <strong>de</strong> países <strong>de</strong>l sur, ver Esquivel et al.(2008).50. Posteriormente se han dictado nuevas directrices elaboradas a lo largo <strong>de</strong> 2007y 2008 para mejorar la comparabilidad entre los diversos países (ver EET2009-2010, INE).51. En un diario <strong>de</strong> estas características o bien se le pregunta a la persona por susactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l día anterior o se le <strong>de</strong>ja el diario para que la propia personaescriba las activida<strong>de</strong>s que realiza durante un día. Los intervalos <strong>de</strong> tiemposutilizados van <strong>de</strong> cinco minutos mínimo a media hora máximo. Las activida<strong>de</strong>spue<strong>de</strong>n estar previamente codificadas o pue<strong>de</strong> ser un diario <strong>de</strong> formato abierto.Cada modalidad presenta <strong>de</strong>terminadas ventajas e inconvenientes.52. En España, EUSTAT en 1993 fue el primer Instituto <strong>de</strong> Estadística que realizóuna encuesta <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l tiempo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces la continúa realizando cadacinco años. A nivel <strong>de</strong> todo el estado, el INE ha realizado dos encuestas <strong>de</strong>empleo <strong>de</strong>l tiempo homologadas según los criterios europeos, en 2002/2003y en 2009/2010.53. Las limitaciones que presenta un diario <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s sigue siendo un <strong>de</strong>bateactual que está influyendo en que los institutos <strong>de</strong> estadísticas corrijan ymejoren la metodología <strong>de</strong> los diarios. Algunas <strong>de</strong> estas limitaciones sediscuten en los artículos recogidos en Folbre y Bittman (2004), en particular,el artículo <strong>de</strong> Budig y Folbre, también en Folbre (2005) y Carrasco (2006). Parametodologías <strong>de</strong> las encuestas, García Sainz (2005).54. Ver la parte IV <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Folbre y Bittman (2004). Los resultados que seanalizan correspon<strong>de</strong>n a Australia, país pionero en los estudios <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>ltiempo. En la misma línea, MacDonald et al. (2005) analizan el impacto quetiene sobre el bienestar <strong>de</strong> mujeres y hombres la realización <strong>de</strong> ambos<strong>trabajo</strong>s.55. Es lo que Folbre (2005) <strong>de</strong>nomina passive care.56. Curiosamente en nuestras socieda<strong>de</strong>s hay empleos don<strong>de</strong> una parte <strong>de</strong>l tiempo<strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> es precisamente “estar vigilante” y socialmente dicho tiempo sereconoce como <strong>trabajo</strong> y, por tanto, se remunera; como, por ejemplo, losbomberos cuando no son requeridos para una tarea concreta.57. Lo que se ha <strong>de</strong>nominado “simultaneida<strong>de</strong>s” respon<strong>de</strong> a la llamada <strong>de</strong> atención<strong>de</strong> algunas investigadoras sobre la intensificación <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> lasmujeres, hecho que aparecía como una característica <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> femenino yque se estaría agudizando en las últimas décadas (Floro, 1995).58. Esta situación hace referencia naturalmente a nuestras socieda<strong>de</strong>s másindustrializadas. En países menos industrializados, en los hogares <strong>de</strong> bajosingresos, las madres <strong>de</strong> niños/as pequeños/as disponen <strong>de</strong> escasas posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>legar los <strong>cuidados</strong> y las criaturas permanecen más tiempo solas cuando susmadres están trabajando fuera <strong>de</strong>l hogar. Actualmente, una situación análogaestá ocurriendo en los países industrializados con los hijos e hijas <strong>de</strong> lasmujeres inmigradas <strong>de</strong> países pobres. Mientras ellas se emplean <strong>de</strong> cuidadoras<strong>de</strong> personas <strong>de</strong>pendientes autóctonas, sus propios hijos e hijas reciben menos<strong>cuidados</strong> (Parella, 2003; Sallé, 2006).79
- Page 4 and 5:
CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7:
COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9:
CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11:
PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14:
INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16:
INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18:
INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20:
INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22:
INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24:
INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26:
INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti