CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNSmás relevantes <strong>de</strong>sarrollados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este enfoque: los que dan cuenta<strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la población. <strong>El</strong>lo significa poner enrelación el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> mercado (salarios, condiciones laborales,etc.), el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, los tiempos <strong>de</strong>dicados por mujeresy hombres a las distintas activida<strong>de</strong>s, los servicios <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> ofrecidospor el sector público o el mercado, etc. En resumen, los as -pectos básicos <strong>de</strong> lo que representa el “bienestar <strong>de</strong> las personas”(Picchio, 2009; Carrasco, 2009b). Estudios que, al abordar en conjuntodistintas dimensiones <strong>de</strong>l bienestar, se solapan y se confun<strong>de</strong>ncon aquellos realizados bajo el enfoque <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>los que nos ocuparemos más a<strong>de</strong>lante. No es extraño que esta perspectivamultidimensional haya dado origen, también, a la construcción<strong>de</strong> indicadores que preten<strong>de</strong>n evaluar esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> bienestar<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una visión no androcéntrica (O’Hara, 1999; Fukuda-Parr,1999; Carrasco, 2009b; Carrasco y Domínguez, 2010).En torno al <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como aspecto central <strong>de</strong>l bienestar24 se han ido <strong>de</strong>sarrollando distintas líneas <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>dicadasa aspectos más específicos: las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s entre mujeres yhombres en la realización <strong>de</strong> los <strong>cuidados</strong> (Goldschmidt-Clermonty Pagnossin-Aligisakis, 1996; Folbre y Bittman, 2004; Perrons, 2000;Siriani y Negrey, 2000), el cuidado <strong>de</strong> niños/as (Adams y Nelson,2009; Addabbo et al., 2010 25 ), el cuidado en la educación y en la sa -lud 26 , las productivida<strong>de</strong>s diferenciales en la economía <strong>de</strong> mercadoy la economía <strong>de</strong>l cuidado (Donath, 2000), el cuidado <strong>de</strong> personasadultas <strong>de</strong>pendientes 27 , el cuidado en instituciones (Strober, 1995;Nyberg, 1995; Trzcinski, 1995; Bettio y Plantenga, 2004) 28 y el cuidado<strong>de</strong> los hombres activos adultos por las mujeres (Donath,2000). Algunas <strong>de</strong> estas autoras hablarán explícitamente <strong>de</strong> “economía<strong>de</strong>l cuidado” (Folbre, 2001) o <strong>de</strong> “la otra economía” (Donath,2000), <strong>de</strong>stacando la importancia <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> en relacióna la economía oficial.En síntesis, la visibilidad <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> doméstico y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>y su incorporación a los <strong>de</strong>sarrollos macroeconómicos no sólo hapermitido hacer explícita su estrecha relación con el productosocial, sino también ha hecho más transparentes las formas <strong>de</strong> distribución<strong>de</strong> la renta, la riqueza y el tiempo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong>. Mecanismostodos ellos estructurados <strong>de</strong> acuerdo al sexo/género, que repercuten52
INTRODUCCIÓN<strong>de</strong> manera diferenciada en la calidad <strong>de</strong> vida y bienestar <strong>de</strong> mujeresy hombres y que dan origen a la pobreza específica <strong>de</strong> las mu -jeres. Por último, hay que <strong>de</strong>stacar que la integración <strong>de</strong>l cuidado enlos análisis macroeconómicos ha sido <strong>de</strong>terminante en la rupturarealizada por la economía feminista, <strong>de</strong>splazando el objetivo social<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la obtención <strong>de</strong> beneficio al cuidado <strong>de</strong> la vida; lo cual abrenuevas vías a un posible cambio <strong>de</strong>l paradigma económico y, en elterreno aplicado, a la elaboración e implementación <strong>de</strong> nuevas políticaseconómicas.DEPENDENCIA Y CUIDADOSLa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> reproducción social incluye naturalmente la reproduccióny subsistencia <strong>de</strong> toda la población y no solo <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong><strong>trabajo</strong>. Incluye particularmente aquella parte <strong>de</strong> la población habi -tualmente <strong>de</strong>nominada como <strong>de</strong>pendiente. <strong>El</strong> “<strong>de</strong>scubrimiento” <strong>de</strong>l<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> allanó el camino para comenzar a reflexionarsobre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, reflexión que vino fundamentalmente<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> filósofas y psicólogas y que se hace imprescindible parael análisis y la comprensión <strong>de</strong>l funcionamiento social y económico.La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es un concepto construido socialmenteque tien<strong>de</strong> a i<strong>de</strong>ntificar como tales a <strong>de</strong>terminados grupos <strong>de</strong>población, ya sea por razones <strong>de</strong> edad o <strong>de</strong> salud 29 . De hecho, seacostumbra a i<strong>de</strong>ntificar el concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia con niños,niñas o con personas ancianas o enfermas o con alguna minusvalía.Pero, dicha versión es una i<strong>de</strong>a muy restringida <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. La<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia humana —<strong>de</strong> mujeres y hombres— no es algo específico<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados grupos <strong>de</strong> población, sino que es la representación<strong>de</strong> la vulnerabilidad <strong>de</strong> las personas; es algo inherente a lacondición humana, como el nacimiento y la muerte (Kittay, 1999;Fineman, 2004, 2006). De ahí que, más que la dicotomía in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia/<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,se <strong>de</strong>bería sostener la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,según la cual, todas las personas son social y humanamenteinter<strong>de</strong>pendientes y requieren distintos <strong>cuidados</strong> según el momento<strong>de</strong>l ciclo vital. En <strong>de</strong>terminados periodos las personas pue<strong>de</strong>n sermás <strong>de</strong>pendientes biológica o económicamente 30 y en otros, requerirmás <strong>cuidados</strong> emocionales, como, por ejemplo, las personas53
- Page 4 and 5: CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7: COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti