CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNS<strong>de</strong>stinado cuasi en exclusiva a promover el empleo femenino: losServicios <strong>de</strong> Atención a la Vida Diaria (SAD), a los que nos hemosreferido en el párrafo anterior. Servicios <strong>de</strong>nominados en ingléscare services y que, en España, comenzaron a conocerse como servicios<strong>de</strong> proximidad, siguiendo la estela francesa (Torns, 1997). Noera la primera vez que se hablaba <strong>de</strong> ellos, pues respondían a losservicios que Balbo (1982) ya había analizado como necesarios paracubrir las diversas tareas que configuraban el <strong>trabajo</strong> no pagado <strong>de</strong>las mujeres en las familias 19 . Servicios que, dadas las transformaciones<strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l bienestar, se iban a convertir en absolutamentenecesarios para el buen funcionamiento <strong>de</strong> las mismas.Balbo puntualizaba que dicho <strong>trabajo</strong>, orientado a cubrir las necesida<strong>de</strong>sbásicas <strong>de</strong>l bienestar cotidiano, era la contribución <strong>de</strong> lasmujeres a una economía oculta que resultaba vital para la organizaciónsocioproductiva capitalista. Señalaba, también, cómo ese <strong>trabajo</strong>femenino no pagado formaba parte <strong>de</strong> un proceso en el que muchasmujeres transitaban en un territorio don<strong>de</strong> las barreras entre la formalida<strong>de</strong> informalidad quedaban a menudo difuminadas, perodon<strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> vida y ocupación eran siempre inferioresa las <strong>de</strong> sus homólogos masculinos. Y por último, apuntaba hacia laconcurrencia <strong>de</strong>l voluntariado como uno <strong>de</strong> los pilares por don<strong>de</strong><strong>de</strong>saparecían las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> construir un Estado <strong>de</strong> Bienestarsólido. Puntualizaciones todas ellas llenas <strong>de</strong> interés y acierto aunqueno previó las nuevas dificulta<strong>de</strong>s que, en la actualidad, acompañan alempleo en los servicios <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>. En concreto, aquellas que afectana las mujeres inmigradas que, en particular en países <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong>Europa, son las principales protagonistas <strong>de</strong> esos empleos en los quereinan la informalidad, los bajos salarios y las pésimas condicioneslaborales, y a través <strong>de</strong> los cuales la sociedad <strong>de</strong>l bienestar refuerza las<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género, clase y etnia.LA ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL CUIDADO Y EL FUTURODE LOS SERVICIOS DE CUIDADOSDes<strong>de</strong> aquellas fechas, la preocupación por los servicios <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>como parte integrante <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong>l bienestar en Europa,no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> moverse en un espacio que se dibuja como un46
INTRODUCCIÓNcontinuum entre los <strong>de</strong>nominados care work y unpaid work. Talesexpresiones inglesas forman parte <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong> intereses <strong>de</strong> quienesse <strong>de</strong>dican a la política social, prioritariamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectivafeminista. En estas últimas décadas, la mayoría <strong>de</strong> losestudios sobre el care work ha servido para corroborar la obviedad<strong>de</strong> que continúa tratándose <strong>de</strong> un ámbito construido eminentementeen femenino 20 . Confirma, <strong>de</strong> igual modo, que los servicios<strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> han aumentado en las socieda<strong>de</strong>s occi<strong>de</strong>ntales, sinexcepción. Asimismo, comprueba que el conjunto <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong><strong>cuidados</strong>, pagado y no pagado, realizado por mujeres crece sincesar. Y que cuando <strong>de</strong>vienen empleo, este es <strong>de</strong> escasa cualificacióny mal pagado, incluso peor pagado que otros empleos femeninos<strong>de</strong> similar cualificación, como pudieran ser los <strong>de</strong>sarrolladosen la hostelería o el comercio. Una situación que entre otras cosas<strong>de</strong>riva <strong>de</strong> una naturalización <strong>de</strong> los <strong>trabajo</strong>s <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, capaz <strong>de</strong>enmascarar la capacitación técnica que requieren las personasque trabajan en este tipo <strong>de</strong> servicios. Los servicios <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>quedan así encerrados en un círculo vicioso que gira en torno alamor como única fuente <strong>de</strong> emoción, lo femenino, la falta <strong>de</strong> prestigio,la <strong>de</strong>scualificación y, en consecuencia, los bajos salariosy, en los países <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Europa como el nuestro, inmersos en laeconomía sumergida. Factores todos ellos que <strong>de</strong>ben ser tenidosen cuenta puesto que, pese a tales inconvenientes, los servicios <strong>de</strong><strong>cuidados</strong> continúan siendo un enorme yacimiento <strong>de</strong> empleofemenino con un buen futuro. Siempre, claro está, que la organizaciónsocial <strong>de</strong>l cuidado, que <strong>de</strong>be ampararlos, sea capaz <strong>de</strong> crearlas condiciones para que esa gran cantidad <strong>de</strong> empleo vaya acompañadapor la correspondiente calidad <strong>de</strong>l mismo (Recio Cáceres,2011; Rubery y Urwin, 2011). Tarea imprescindible que no va aresultar fácil, a corto plazo, dada la crisis en la que la sociedad <strong>de</strong>lbienestar está inmersa.Sin embargo, no parece <strong>de</strong>scabellado mantener un mo<strong>de</strong>radooptimismo, pues a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las mencionadas propuestas <strong>de</strong> lascientíficas sociales feministas, el interés <strong>de</strong> la Unión Europea portomar en cuenta la organización social <strong>de</strong>l cuidado y su inci<strong>de</strong>nciaen el empleo femenino no ha hecho sino aumentar en estos últimosaños. A modo <strong>de</strong> ejemplo, cabe reseñar uno <strong>de</strong> los últimos47
- Page 4 and 5: CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7: COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti