CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNS<strong>cuidados</strong>, a pesar <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> acuerdos sobre su <strong>de</strong>finición, pareceestar teniendo una mayor receptividad. En primer lugar, viene avaladopor la tradición anglosajona, predominante en el mundo <strong>de</strong>lconocimiento científico. Y, en segundo lugar, suscita el interés <strong>de</strong>especialistas en políticas <strong>de</strong> bienestar. Dato crucial para obtenerconsenso y legitimidad en la comunidad científica porque, paradójicamente,tales especialistas no son sospechosos <strong>de</strong> tener planteamientosfeministas o <strong>de</strong> estar interesados en acogerse bajo losestudios realizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> género.La economía ha sido menos permeable que la historia y lasociología a la modificación <strong>de</strong> su marco teórico, a la ampliación<strong>de</strong> sus fronteras <strong>de</strong> análisis o a las rupturas conceptuales. <strong>El</strong> resultado,respecto al tema que nos ocupa, ha sido una historia <strong>de</strong> marginacióny <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> reconocimiento <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> doméstico comoobjeto <strong>de</strong> estudio 1 . Y cuando se han referido a él —como ha sido elcaso <strong>de</strong> algunos economistas clásicos— no se le ha otorgado categoríaeconómica 2 . Esto ha obligado a la hoy <strong>de</strong>nominada economíafeminista a <strong>de</strong>sarrollarse casi en paralelo al pensamientoeconó mico.La economía feminista no respon<strong>de</strong> a un pensamiento monolítico3 . En la discusión y elaboración teórica participan investiga -doras(es) provenientes <strong>de</strong> diversas escuelas <strong>de</strong> economía —neoclásica,marxista, funcionalista—, así como <strong>de</strong> diversas tradiciones <strong>de</strong>l feminismo—liberal, radical, socialista—. Dentro <strong>de</strong> este amplio abanico<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollos teóricos y empíricos realizados en los últimos veinticincoaños, algunas autoras distinguen —con el riesgo que encierraeste tipo <strong>de</strong> clasificaciones— dos ejes básicos <strong>de</strong> pensamiento al -re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los cuales se <strong>de</strong>sarrolla la investigación: lo que se ha<strong>de</strong>nominado economía y género y lo que se conoce como economíafeminista (Picchio, 2005; Pérez Orozco, 2006a). Y, aunque no necesariamentesignifique un conflicto entre las economistas <strong>de</strong> ambasten<strong>de</strong>ncias, pue<strong>de</strong>n crearse tensiones sobre maneras, enfoques yobjetivos <strong>de</strong> la investigación (Picchio, 2005). De estas dos perspectivas,es la economía feminista la que se presenta como pensamientotransformador 4 , al proponer un nuevo paradigma que sitúa el<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como aspecto <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la reproducciónsocial y <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la población (Picchio, 1999,30
INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001; Peter, 2003; Power, 2004; Benería, 2003;Pérez Orozco, 2006a) 5 .DEL TRABAJO DOMÉSTICO AL TRABAJO DE CUIDADOSAunque con antece<strong>de</strong>ntes más tempranos 6 , los <strong>de</strong>bates en torno al<strong>trabajo</strong> doméstico se plantearon hace aproximadamente cuatrodécadas, primero en el seno <strong>de</strong>l movimiento feminista y posteriormente—aunque con las dificulta<strong>de</strong>s ya señaladas— en la aca<strong>de</strong>mia.Los primeros escritos teóricos, unidos fuertemente a acciones y rei -vindicaciones políticas, tuvieron lugar a finales <strong>de</strong> los años sesentay principios <strong>de</strong> los setenta <strong>de</strong>l siglo XX, siendo probablemente losmás relevantes los que formaron parte <strong>de</strong> lo que se ha venido a<strong>de</strong>nominar “<strong>El</strong> <strong>de</strong>bate sobre el <strong>trabajo</strong> doméstico” 7 .<strong>El</strong> aspecto posiblemente más interesante <strong>de</strong> dicho <strong>de</strong>bate relacionadomás directamente con el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> fue el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> reproducción social, surgido con especial fuerza <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el feminismo italiano 8 . <strong>El</strong> sistema <strong>de</strong> reproducción social incluiría laestructura familiar, la estructura <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> asalariado y no asalariado,el papel <strong>de</strong>l Estado en la reproducción <strong>de</strong> la población y <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong><strong>trabajo</strong> y las organizaciones sociales y políticas relacionadas con losdistintos <strong>trabajo</strong>s. <strong>El</strong> proceso <strong>de</strong> reproducción social se enten<strong>de</strong>ría,así, como un complejo proceso <strong>de</strong> tareas, <strong>trabajo</strong>s y energías, cuyoobjetivo sería la reproducción <strong>de</strong> la población y <strong>de</strong> las relaciones socialesy, en particular, la reproducción <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> (Molyneux,1979; Benería, 1981; Dalla Costa, 1972, 1982; Picchio, 1981, 1992).Proceso que <strong>de</strong>terminaría la posición <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercadolaboral al sentar las bases <strong>de</strong> los estándares <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la poblacióny estructurar las relaciones <strong>de</strong> clase y la distribución <strong>de</strong> la renta.En esta línea se sitúa el artículo <strong>de</strong> Picchio (1981) incluido en estacompilación. Dicho artículo fue pionero en plantear el análisis <strong>de</strong>lmercado laboral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la reproducción social.Según esta conceptualización, el <strong>trabajo</strong> doméstico integradoen el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> reproducción incluiría la producción <strong>de</strong> bienesmateriales para el mantenimiento físico <strong>de</strong> las personas (alimentación,higiene, salud, etc.), pero también el cuidado directo <strong>de</strong> losniños y niñas y <strong>de</strong> las personas adultas que constituyen la fuerza <strong>de</strong>31
- Page 4 and 5: CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7: COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82:
INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84:
INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86:
INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88:
INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90:
INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92:
INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94:
INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95:
INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti