CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNSy privadas, hombres y mujeres (Addabbo et al., 2004). De aquí laimportancia <strong>de</strong> los presupuestos sensibles al género realizados<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> vida, ya que la formacómo se diseñen e implementen las políticas públicas y cómo seotorguen las transferencias monetarias estará configurando unaorganización específica <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong>entre mercantil, doméstico y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>.Hay que <strong>de</strong>stacar que el enfoque <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s es unaperspectiva <strong>de</strong> pensamiento que ha sido utilizada, a<strong>de</strong>más, parauna amplia gama <strong>de</strong> propósitos, en los cuales la capacidad “estarcuidada(o)” se presenta como una dimensión importante a incluir yaque permite señalar las diferencias entre mujeres y hombres, tantoen la realización <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como en ser receptor(a) <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>.Por ejemplo, en estudios sobre la evaluación <strong>de</strong> la pobreza, las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s,el bienestar, las políticas públicas o aspectos relacionadoscon las teorías <strong>de</strong> la justicia (Clark, 2005; Robeyns, 2005a;2005b; Gasper, 2007; Robeyns, 2010; Picchio, 2010) 41 . También enestudios más específicos, ofreciendo listas <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s 42 queintegren la capacidad <strong>de</strong> “estar cuidado(a)” 43 : Robeyns (2003) parala valoración <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género 44 , Addabbo et al. (2004y 2008) para la elaboración <strong>de</strong> presupuestos <strong>de</strong> género o Carrascoet al. (2006) y Carrasco (2009a) para la elaboración <strong>de</strong> indicadoresno androcéntricos. En <strong>de</strong>finitiva, el enfoque <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s posibilitauna visión amplia que permite tener en cuenta la configuración<strong>de</strong> las personas como seres sociales, lo cual incluye las relaciones<strong>de</strong> afectos y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> (Klasen, 2007; Robeyns, 2008; Lelli, 2008;Alkire, 2008).CUIDADOS Y SOSTENIBILIDADEn los últimos años se ha ido estableciendo progresivamente undiálogo entre sectores <strong>de</strong>l pensamiento ecologista, la economíafeminista y el ecofeminismo 45 . Los puntos <strong>de</strong> encuentro surgenoriginalmente <strong>de</strong> una crítica común a la economía oficial (Mellor ,1997; Bosch et al., 2005) 46 y, posteriormente, aunque con dificulta<strong>de</strong>s,se van extendiendo a intentos —aún incipientes— <strong>de</strong> construcción<strong>de</strong> marcos teóricos comunes. Entre los temas <strong>de</strong>batidos irá58
INTRODUCCIÓNapareciendo el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como nexo fundamental entre elcuidado <strong>de</strong> las personas y el cuidado <strong>de</strong> la naturaleza; aspectosimposibles <strong>de</strong> disociar —uno no tiene significado sin el otro— ya queforman parte <strong>de</strong>l concepto más amplio <strong>de</strong> sostenibilidad ligado al<strong>de</strong> reproducción (Mellor, 1997).La crítica posiblemente más relevante a la economía surge apartir <strong>de</strong> los límites establecidos por la disciplina para fijar su objeto<strong>de</strong> estudio. Unas fronteras que solo consi<strong>de</strong>ran la economía <strong>de</strong>mercado y, por tanto, excluyen <strong>de</strong> lo “económico” todo el <strong>trabajo</strong>realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hogares básicamente por las mujeres y todarelación con la naturaleza. Este ocultamiento <strong>de</strong> ambos procesospermite a la economía <strong>de</strong>splazar costes, utilizando el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hogares y <strong>de</strong>terminados recursos naturales,como si ambos fuesen recursos inagotables <strong>de</strong> oferta infinita(Mellor, 2000, incluido en esta compilación). En consecuencia,parte <strong>de</strong>l beneficio capitalista no es otra cosa que estos costes ocultosno contabilizados que representan <strong>de</strong>gradación ambiental y<strong>trabajo</strong> gratuito <strong>de</strong> las mujeres (Jochimsen y Knoblock, 1997;Perkins, 1997; Mellor, 2000; Bosch et al., 2005). Pero, a<strong>de</strong>más, loscomponentes que afectan en mayor medida al bienestar serían precisamenteaquellos que la economía monetaria invisibiliza: los<strong>cuidados</strong> y servicios ofrecidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hogares y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la naturalezaque constituyen el contexto social y ecológico don<strong>de</strong> la vida se<strong>de</strong>sarrolla (Mellor, 1997; O’Hara, 1999).Un segundo aspecto, íntimamente relacionado con el anterior,tiene que ver con la falsa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong>l sistema económico.Por una parte, es factible que un sistema productivo pueda manteneruna relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sostenible con la naturaleza; aunquela actual forma <strong>de</strong> producción es una utilización <strong>de</strong>predadora <strong>de</strong>los recursos y una <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en <strong>de</strong>terminadas fuentes energéticasno renovables (Bosch et al., 2005). Por otra parte, la reproducción<strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong>scansa sobre el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>,sin el cual el sistema económico tendría serias dificulta<strong>de</strong>s parareproducirse. En consecuencia, la producción <strong>de</strong> mercado —que sepresenta como proceso autónomo— <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> dos ámbitos que nose estructuran bajo relaciones capitalistas <strong>de</strong> producción, sin loscuales no podría subsistir.59
- Page 4 and 5:
CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7:
COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti