CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNS<strong>de</strong> conseguir solo con el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> mercado o las aportaciones <strong>de</strong>lsector público. Tal como se dijo anteriormente, <strong>de</strong> ningún modoello significa que los hogares sean siempre instituciones armónicasdon<strong>de</strong> todo se realiza por amor. Este objetivo —que equivale a apostarpor la lógica <strong>de</strong>l cuidado frente a la lógica <strong>de</strong>l beneficio— es elque <strong>de</strong>biera situar al <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> como eje central <strong>de</strong> losanálisis sociales y las políticas públicas si la sociedad preten<strong>de</strong> seremancipatoria, humanista y equitativa. <strong>El</strong> objetivo específico <strong>de</strong>l<strong>trabajo</strong> doméstico y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> en las socieda<strong>de</strong>s liberal-capitalistasconsiste en facilitar la disponibilidad laboral <strong>de</strong> los hombresadultos <strong>de</strong>l hogar-familia; permitirles libertad <strong>de</strong> tiempo y acciónpara que participen en el mundo público sin que las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>cuidados</strong> <strong>de</strong>l hogar les sean restricciones para su actividad extradoméstica. En pocas palabras, permitirles ser homos economicus.En <strong>de</strong>finitiva, <strong>de</strong>finir el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> no es un asuntofácil. Las variadas dimensiones que encierra, los conflictos i<strong>de</strong>ológicosque lo atraviesan, las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales que genera yregenera hacen imposible una simple y única <strong>de</strong>finición a riesgo <strong>de</strong>que sea una caracterización estrecha y excluyente. De aquí una <strong>de</strong> lasrazones <strong>de</strong> este libro. <strong>El</strong> <strong>de</strong>bate sigue abierto.NOTAS1. Des<strong>de</strong> el paradigma neoclásico, el <strong>trabajo</strong> doméstico se ha discutido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la llamada “Nueva economía <strong>de</strong> la familia”, siendo Gary Becker su máximorepresentante (Becker, 1981). Pero su enfoque, basado en la racionalidad yel individualismo, no conduce a una explicación <strong>de</strong>l fenómeno que ofrezcaposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transformación social; sino que, por el contrario, lleva ajustificar la situación social <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> las mujeres.2. <strong>El</strong> pensamiento clásico también trazó las fronteras <strong>de</strong> su objeto <strong>de</strong> estudio en elmercado; pero al menos algunos autores mostraron mayor sensibilidad parareconocer la importancia <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> doméstico en el cuidado <strong>de</strong> los niños/as,aunque siempre le negaron categoría económica.3. <strong>El</strong> primer texto que se reconoce como economía feminista es Ferber y Nelson(1993). Otras autoras que recogen algunos <strong>de</strong> los primeros <strong>de</strong>sarrollos sonKuiper y Sap (1996), Nelson (1996), Gardiner (1997) y Hewitson (1999).Referencias más amplias sobre la economía feminista se pue<strong>de</strong>n consultar enCarrasco (2006).4. Pérez Orozco (2006a) distingue entre economía feminista <strong>de</strong> la conciliacióny economía feminista <strong>de</strong> la ruptura, refiriéndose a este último como “pen -samiento transformador”.74
INTRODUCCIÓN5. Estas i<strong>de</strong>as también tienen puntos <strong>de</strong> encuentro con los planteamientos sobrelas necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Sen y Nussbaum (ver Nussbaum y Sen [1996] y, enparticular, el vol. 9 (2 y 3) <strong>de</strong> 2003 <strong>de</strong> Feminist Economics).6. La referencia más conocida y reconocida es Reid (1934).7. La bibliografía sobre las características y el contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate es amplísima.<strong>El</strong> artículo <strong>de</strong> Astelarra (1982) ofrece uno <strong>de</strong> los primeros estados <strong>de</strong> la cuestiónaparecidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociología feminista. Se pue<strong>de</strong>n consultar balances bastantecompletos en Carrasco (1991) y Bor<strong>de</strong>rías y Carrasco (1994).8. También se <strong>de</strong>sarrolló en el Reino Unido y con menos fuerza en otros paísesindustrializados. En España, los años setenta están marcados por la muerte <strong>de</strong>Franco en 1975 y los intentos <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong>mocrático; laspreocupaciones <strong>de</strong>l movimiento se centraron más en la recuperación <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos civiles y sociales <strong>de</strong> las mujeres que en la discusión sobre el <strong>trabajo</strong>.9. Para <strong>de</strong>signarlo, se comenzaron a utilizar categorías como “el cuidado”, “los<strong>cuidados</strong>” o “el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>”, traducción seguramente poco feliz <strong>de</strong>ltérmino inglés “care”. De ahí que a lo largo <strong>de</strong> la obra se ha optado por respetarel uso <strong>de</strong>l término en inglés, tanto en el término care así como otros conceptosque lo incluyen, como care-drain care-mix o social care.10. En concreto, las <strong>de</strong> Helga Hemes en relación a las limitaciones que el Estado <strong>de</strong>Bienestar suponía para las mujeres al no tener en cuenta las aportaciones queellas hacían al bienestar. Hernes había publicado, en ese mismo año, uncapítulo titulado “Chronopolitics: A time to live and a time to work” en Hernes(1987).11. Las primeras aproximaciones españolas a esta problemática fueron<strong>de</strong>sarrolladas por los estudios <strong>de</strong> Mª Ángeles Durán (ver Durán, 1986).12. No es casualidad que ambos artículos apareciesen en la revista FeministEconomics en su primer año <strong>de</strong> publicación.13. Como se recordará, las políticas sociales que surgieron en Europa a raíz <strong>de</strong> laconstitución <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Bienestar tras la Segunda Guerra Mundialcontemplaron la protección social <strong>de</strong>l trabajador y su familia, según reza elpacto fundacional que las hizo posibles. <strong>El</strong>lo consolidó el mo<strong>de</strong>lo familiar“hombre ganador <strong>de</strong>l pan/mujer ama <strong>de</strong> casa” y significó la promoción <strong>de</strong>subsidios <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, enfermedad y pensiones <strong>de</strong> jubilación para lapoblación ocupada, cabezas <strong>de</strong> familia masculinos, en su mayoría. Tambiénsupuso la universalización <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación y a la sanidad <strong>de</strong> toda lapoblación. En ese escenario, las mujeres, en la mayoría <strong>de</strong> países europeos,quedaron protegidas socialmente en tanto que esposas, madres o hijas <strong>de</strong> loscabezas <strong>de</strong> familia. En el caso <strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>radas individualmente, comosuce<strong>de</strong> en los países escandinavos, la proliferación <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> a tiempo parcial<strong>de</strong> las mujeres madres condicionó no sólo las oportunida<strong>de</strong>s laboralesfemeninas sino la posibilidad <strong>de</strong> tener mejores subsidios, <strong>de</strong>bido a los menoresingresos obtenidos en ese tipo <strong>de</strong> trayectoria laboral.14. Véase el informe auspiciado por Jacques Delors (1995), presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> laComunidad Europea entre 1985 y 1995, don<strong>de</strong> aparecía esta previsión<strong>de</strong>mográfica junto al diagnóstico <strong>de</strong> los entonces <strong>de</strong>nominados NuevosYacimientos <strong>de</strong> Empleo.15. Williams (2004) cita a Dorothy A. Miller como una <strong>de</strong> las primeras sociólogasfeministas en utilizar ese término en Estados Unidos. Asimismo, véanse lasúltimas propuestas <strong>de</strong> Miller sobre el cuidado en Hamington y Miller (2006).16. Alice Rossi fue una <strong>de</strong> las fundadoras <strong>de</strong> la National Organization for Women enEE UU y una <strong>de</strong> las primeras sociólogas en avisar sobre la ausencia <strong>de</strong> mujeresen la actividad científica e investigadora. Véase, a este respecto, su artículopionero publicado en 1965.75
- Page 4 and 5:
CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7:
COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9:
CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11:
PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14:
INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16:
INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18:
INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20:
INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22:
INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35 and 36: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 37 and 38: INTRODUCCIÓNEuropea por crear empl
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88: INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90: INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92: INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94: INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95: INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti