CRISTINA BORDERÍAS, CRISTINA CARRASCO Y TERESA TORNSPor último, la vía que facilitó y consolidó la emergencia <strong>de</strong> los<strong>cuidados</strong> en sociología es aquella que los presentó como elementoclave <strong>de</strong> las nuevas políticas sociales, tal como se verá en apartadosposteriores. Tal visión <strong>de</strong> los <strong>cuidados</strong> es here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> las primerasvoces feministas europeas que, en décadas anteriores, habían ex -presado lo que se ha <strong>de</strong>nominado como el malestar <strong>de</strong>l bienestar,haciendo alusión a las quejas <strong>de</strong> las mujeres adultas ante las políticas<strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Bienestar. Procedían en su mayoría, como ya se hacomentado, <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s escandinavas don<strong>de</strong> las mujeres parecíanhaber conseguido mayores cotas <strong>de</strong> bienestar, gracias a políticasfavorecedoras <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s entre hombresy mujeres. Un bienestar que se traducía no solo en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>numerosos servicios públicos sino que era fruto <strong>de</strong> un cambio fundamental.A saber, el Estado comenzaba a tratar a las mujeres, entanto que ciudadanas, como sujetos individuales y no como sujetos<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> un cabeza <strong>de</strong> familia.Con posterioridad, las nuevas necesida<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong>rivadas<strong>de</strong>l envejecimiento <strong>de</strong> la población europea, <strong>de</strong> las transformaciones<strong>de</strong> la familia, y <strong>de</strong> una mayor presencia <strong>de</strong> las mujeres en elmercado laboral, unida a la persistente ausencia masculina <strong>de</strong> lastareas domésticas y <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> hicieron emerger la necesidad <strong>de</strong>organizar los <strong>cuidados</strong> <strong>de</strong> un modo distinto. Las analistas británicas<strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong>l bienestar han propuesto la categoría <strong>de</strong> socialcare, con el fin <strong>de</strong> reclamar que el Estado <strong>de</strong> Bienestar y las socieda<strong>de</strong>seuropeas contemplen la organización social <strong>de</strong>l cuidado, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> las políticas sociales ya existentes. Pero dicha propuesta nosólo precisa <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> los <strong>cuidados</strong> y el tiempo necesariopara llevarlos a cabo sino que requiere el replanteamiento <strong>de</strong>lvínculo fundador <strong>de</strong>l propio Estado <strong>de</strong> Bienestar. Esta nueva visión<strong>de</strong> la problemática <strong>de</strong> los <strong>cuidados</strong> aparece con fuerza en el campo <strong>de</strong>la intervención sociopolítica, a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los noventa,lejos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates y controversias que dieron lugar al <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong><strong>cuidados</strong>. En ese territorio, cabe incluir a las actuales especialistaseuropeas en las políticas <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Bienestar. Y, en cierto modo,a quienes en EE UU, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los ochenta, mostraban yasu preocupación por la salud y el cuidado <strong>de</strong> las personas ancianas.En el caso europeo, <strong>de</strong>be añadirse, a<strong>de</strong>más, el interés <strong>de</strong> la Unión36
INTRODUCCIÓNEuropea por crear empleo en el sector <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>,como una propuesta para revisar las políticas <strong>de</strong>l bienestar, mientrasque en la sociedad estadouni<strong>de</strong>nse los <strong>cuidados</strong> aparecen comopieza clave con la que reforzar los vínculos comunitarios. Refuerzonecesario ya que el envejecimiento <strong>de</strong> la población hace evi<strong>de</strong>nte losinconvenientes <strong>de</strong> una sociedad individualista en la que el Estado<strong>de</strong> Bienestar apenas existe.PRIMERAS APORTACIONES DESDE LA ECONOMÍA FEMINISTADes<strong>de</strong> la economía feminista se comenzó a hablar específicamente<strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> algo más tar<strong>de</strong> que en sociología, en la década<strong>de</strong> los años noventa. Y, seguramente <strong>de</strong> una forma más restringida,al menos en sus inicios, ya que el interés y el <strong>de</strong>bate se centraronen aspectos teóricos y conceptuales. Los artículos <strong>de</strong> referencia queseñalan mejor este punto <strong>de</strong> inflexión y que fueron publicadosambos en la revista Feminist Economics correspon<strong>de</strong>n a Himmelweit(1995), incluido en esta recopilación, y Folbre (1995) 12 . Ambosartículos son básicamente conceptuales y abordan el análisis <strong>de</strong> los<strong>cuidados</strong> <strong>de</strong>stacando las connotaciones subjetivas y emocionalesque lo diferencian <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> medido y pagado analizado habitualmentepor los economistas. Los temas tratados por estas autorasrespon<strong>de</strong>n a los gran<strong>de</strong>s temas <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate que suscitó el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong><strong>cuidados</strong> y que hoy continúan siendo motivo <strong>de</strong> controversias: lascaracterísticas <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong> y su conceptualización, poruna parte, y los problemas surgidos en el campo aplicado, por otra.Sue Himmelweit se <strong>de</strong>tuvo más en el concepto <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong>doméstico, sus características y su diferenciación <strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> asalariado.Su conjetura central sostiene que la conceptualización <strong>de</strong>l<strong>trabajo</strong> doméstico que realiza el feminismo en los años setenta fuereduccionista, ya que al tomar como referente el <strong>trabajo</strong> asalariado—un concepto <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> abstracto productor <strong>de</strong> mercancías— quedaronexcluidas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición las tareas más propias y distintivas<strong>de</strong>l <strong>trabajo</strong> doméstico, que para la autora eran las relacionadascon las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>cuidados</strong>, particularmente sus connotacionessubjetivas y emocionales. Asimismo, planteó la necesidad <strong>de</strong>trascen<strong>de</strong>r la dicotomía <strong>trabajo</strong>/no-<strong>trabajo</strong> como única manera37
- Page 4 and 5: CRISTINA CARRASCOPROFESORA DE TEOR
- Page 6 and 7: COLECCIÓN ECONOMÍA CRÍTICA Y ECO
- Page 8 and 9: CAPÍTULO 5. EL DESCUBRIMIENTO DEL
- Page 10 and 11: PRESENTACIÓNposibles y diversas ac
- Page 13 and 14: INTRODUCCIÓNEL TRABAJO DE CUIDADOS
- Page 15 and 16: INTRODUCCIÓNy su nuevo interés po
- Page 17 and 18: INTRODUCCIÓNUN APUNTE SOBRE EL TRA
- Page 19 and 20: INTRODUCCIÓNEL IMPACTO DE LA INDUS
- Page 21 and 22: INTRODUCCIÓNde trabajo cambió rad
- Page 23 and 24: INTRODUCCIÓN“ganador-de-pan” (
- Page 25 and 26: INTRODUCCIÓNmecanización hacían
- Page 27 and 28: INTRODUCCIÓNdesarrolladas anterior
- Page 29 and 30: LA EMERGENCIA DEL TRABAJO DE CUIDAD
- Page 31 and 32: INTRODUCCIÓN2005; Carrasco, 2001;
- Page 33 and 34: INTRODUCCIÓNitalianas Balbo (1980)
- Page 35: INTRODUCCIÓNEn concreto, aquella q
- Page 39 and 40: INTRODUCCIÓNsoporte y cuidado emoc
- Page 41 and 42: INTRODUCCIÓNproductivo y mercantil
- Page 43 and 44: INTRODUCCIÓNy las mujeres, en part
- Page 45 and 46: INTRODUCCIÓNde organizar los cuida
- Page 47 and 48: INTRODUCCIÓNcontinuum entre los de
- Page 49 and 50: INTRODUCCIÓNTRABAJO DE CUIDADOS, R
- Page 51 and 52: INTRODUCCIÓNpermanece oculto no es
- Page 53 and 54: INTRODUCCIÓNde manera diferenciada
- Page 55 and 56: INTRODUCCIÓNsocial, particularment
- Page 57 and 58: INTRODUCCIÓN2002; Budlender, Sharp
- Page 59 and 60: INTRODUCCIÓNapareciendo el trabajo
- Page 61 and 62: INTRODUCCIÓNcaracterísticas medio
- Page 63 and 64: INTRODUCCIÓNlibro de Borderías et
- Page 65 and 66: INTRODUCCIÓNLas siguientes limitac
- Page 67 and 68: INTRODUCCIÓNAhora bien, a pesar de
- Page 69 and 70: INTRODUCCIÓNque dichas actividades
- Page 71 and 72: INTRODUCCIÓNtrabajo doméstico—
- Page 73 and 74: INTRODUCCIÓNOtro aspecto que defin
- Page 75 and 76: INTRODUCCIÓN5. Estas ideas tambié
- Page 77 and 78: INTRODUCCIÓN29. En España, la con
- Page 79 and 80: INTRODUCCIÓNaños ochenta. La auto
- Page 81 and 82: INTRODUCCIÓNALKIRE, Sabine (2008).
- Page 83 and 84: INTRODUCCIÓNBORDERÍAS, Cristina,
- Page 85 and 86: INTRODUCCIÓNCROMPTON, Rosemary (20
- Page 87 and 88:
INTRODUCCIÓN— (1994). Who Pays f
- Page 89 and 90:
INTRODUCCIÓN— (2001b). The Time
- Page 91 and 92:
INTRODUCCIÓNNUSSBAUM, Martha, y SE
- Page 93 and 94:
INTRODUCCIÓNROSE, Sonya O. (1992).
- Page 95:
INTRODUCCIÓN— (2008). “Políti