Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
fiable en las sociedades altamente diferenciadas— 106 pero<br />
tiene a su disposición una línea directa hacia el portador de<br />
<strong>poder</strong>, que puede activar de acuerdo con reglas establecidas<br />
previamente. Esto presupone la existencia de la estricta adherencia<br />
a la ley en el código, afirmando que el derecho es una<br />
razón necesaria e —igualmente importante— una razón suficiente<br />
para ejercer el <strong>poder</strong> estatal. Al usar esta suposición<br />
que, por supuesto, sólo describe un logro de funcionamiento<br />
altamente improbable y siempre imperfecto, las fuentes de<br />
<strong>poder</strong> de una naturaleza localizada puede en cierto modo,<br />
sacarse de la sociedad y concentrarse en una parte del sistema.<br />
El sistema político de la sociedad asume la acción, la<br />
administración y el control del <strong>poder</strong> para la sociedad.<br />
Sin embargo, la ley no sólo garantiza una participación<br />
en el <strong>poder</strong> social par aquellos que no tienen <strong>poder</strong>, también<br />
pone orden en la cooperación de diferentes fuentes de <strong>poder</strong>,<br />
sobre todo en la cooperación del <strong>poder</strong> económico, político<br />
y militar. 107 Con la ayuda de la dicotomía legal/ilegal, es<br />
posible condicionar aquellas comunicaciones que unen a varios<br />
portadores de <strong>poder</strong> en cadenas, en las que uno puede<br />
reclamar el <strong>poder</strong> del otro. Si aceptamos la idea de Stinchcombe,<br />
108 que dice que estas posibilidades de recurso condicionado<br />
a las reservas de <strong>poder</strong> de otros demuestra que un<br />
106. Para un estudio de investigación y para más referencias ver Macaulay y<br />
Berkowitz (1970).<br />
107. El <strong>poder</strong> del educador (en la familia y en la escuela) parece no caer dentro<br />
de estas consideraciones, porque es difícil legislar para él. La misión de la<br />
educación también se dificulta (como siempre, condicionada legalmente) con respecto<br />
a las fuentes de <strong>poder</strong> externas. Sin importar cuánto se base en el <strong>poder</strong> de<br />
la sanción, no puede ser fortalecida por él. Y es igualmente difícil domesticar el<br />
<strong>poder</strong> del educador a través de las leyes y someterlo a controles legales o políticos.<br />
Un estudio notable de este problema se encuentra en Rubington (1965).<br />
108. Véase Stinchcombe (1968, pp. 150 s., pp. 158 ss.). Una idea similar se<br />
encuentra en Popitz (1968), en la noción de que la «legitimidad básica» tiene su<br />
punto de partida en el «reconocimiento mutuo de los privilegiados». A propósito,<br />
una comparación entre estos dos análisis hechos por Popitz y Stinchcombe nos<br />
hace conscientes de que el mismo fenómeno en el campo de los sistemas de interacción,<br />
con el que está tratando Popitz, es mucho más problemático de lo que lo<br />
es en el campo de los sistemas societales funcionalmente diferenciados, donde<br />
integra condicionalmente tipos muy diferentes de fuentes de <strong>poder</strong>.<br />
70