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Tomo IX - DHnet

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CUARTA PARTE • CAPÍTULO 1el ayni, en otras comunidades se sigue manteniendo y en otras no. Por ejemplo, cuando las viudas quieren trabajarla tierra, nadie las ayudan porque no tienen dinero para pagar a los peones, al respecto las autoridades nomanifiestan nada, al contrario, los miran mal por ser pobres. Los niños huérfanos no pueden levantar sus casas,no los pueden arreglar, también nadie dice nada. Y eso que las viudas perdieron a sus esposos en las accionessenderistas cuidándonos a los demás, para que no nos pase nada. 247Pero, afortunadamente, la situación no es igual en todas las comunidades: «En la comunidad de Ñuñunhuayqola situación de los huérfanos y de las viudas es distinto, nosotros los comuneros sí apoyamos a estosgrupos vulnerables, porque sabemos que no cuentan con los ingresos suficientes para seguir viviendo, nosotrosles ayudamos a trabajar en sus chacras». 248La pobreza ha erosionado el tejido y los vínculos sociales y comunales. Se necesita trabajo especial paralas mujeres y, en particular, para las viudas. 249 Ello permitirá que los niños no estén abandonados y puedancontar con una buena educación 250 y una atención permanente. 2512.9. Estado ausente en las zonas del conflicto. El narcotráficoLa persistencia del narcotráfico y la ausencia del Estado es lo que se advierte en la zona del Huallaga. Laviolencia política se unió con la violencia criminal y delincuencial que opera en las zonas de selva desdehace varias décadas. En algunos casos, los pobladores y campesinos, al estar vinculados con la siembra dela coca, han preferido vivir sin la presencia de las autoridades políticas y locales del Estado, y, también, hanpermitido la presencia de subversivos que se articulan con ellos como fuerza de defensa y que con su organizaciónreemplazaron el papel del Estado. 252Llegar a esta situación ha tenido su propia historia:Y a partir de 1950 para adelante ya empezamos a una segunda etapa, que viene a ser la etapa de la coca, empiezaa trabajarse con la coca hasta que en 1980 ya es más fuerte esto ¿no? En 1980 ya entramos a una violencia ya, porla llegada del narcotráfico con fuerza, el narcotráfico ya organizado, entonces ahí llegaron lo que se llama las firmasque tenían a su mando 300, 400 hombres, que se dedicaban a la producción y al acopio de la hoja de coca¿no?, y eso significaba manejo de dinero en abundancia, entonces eso implicaba que tenía que haber gente armadapara resguardar y poner orden y ahí donde venía el problema de los ajustes de cuentas. 253Luego, tenemos en 1987, ya se complica más la situación porque ahí tenemos, aparte de que teníamos la presenciadel narcotráfico, entra también ya con fuerza a la zona Sendero y también entra con fuerza las Fuerzas Armadas,o sea eran más grupos ya, eran tres grupos ya antagónicos, antes solamente era el narcotráfico. En el 87 lo tenemosacá a Sendero que viene a sumarse al narcotráfico y las Fuerzas Armadas. Son tres grupos armados quepugnan por tener un espacio político acá en la zona, ¿no? Entonces, a partir del 87, por ejemplo, lo más trágicofue del 87 al 90 acá en Uchiza, fue una tierra de nadie, no tuvimos autoridad ni Alcalde del 87 al 90, se cerró laMunicipalidad, no había nada, o sea, se desmandó la población, no hubo ningún tipo de organización y ningúntipo de autoridades del 87 al 90. 254[...] a partir del 93, el narcotráfico se repliega ya en la zona rural. Hasta el 93 el narcotráfico estaba en la zona urbana,entonces Ud. salía a la esquina, había como quiosquitos donde compraba la droga, ¿no? Era en la ciudadtodo el manejo del negocio y las avionetas entraban acá al aeropuerto de la ciudad hasta el 93; entonces, el 93 máso menos en septiembre se corta todo esto con la llegada de la FAP, que se instala en el aeropuerto. El Ejército estabamucho antes acá pero ellos hacían vista gorda porque había un arreglo de los jefes con las mafias, pero247 CVR. BDI-I-P416. Taller realizado con ronderos. Huamanga (Huamanga), octubre de 2002.248 Ibídem.249 CVR. BDI-I-P420. Taller de género. Valle del río Apurímac (La Mar), octubre de 2002.250 «Y no podíamos poner adónde a nuestros hijos, ni como hacer seguir sus estudios, sin dinero, en pobreza. Mis hijos se han dispersadohacia otros pueblos. Yo quisiera que esos mis hijos vuelvan. Y sea un apoyo también para nosotros que estamos solas, en esta provincia deAbancay». CVR. BDI-I-P704. Audiencia pública de casos en Abancay. Segunda sesión, agosto de 2002. Testimonio de Concepción Ventura.251 «Así que los chicos andaban por las calles como mendigos, como perros abandonados. Mis hijitas mujeres de puro miedo también nopodían seguir adelante porque se sentían muy solas ahora que no estaba su padre, yo que no soy varón, ¿dónde podría ir como jornal,incluso yo?, no podía. Así que lo que hacía era llorar. No había noche ni día de tranquilidad, era llorar mi vida». CVR. BDI-I-P704. Audienciapública de casos en Abancay. Caso 8. Segunda sesión, agosto de 2002. Testimonio de Concepción Ventura.252 Cfr. CVR. Estudio en profundidad: «El comportamiento de Sendero Luminoso frente al auge de la droga en el Alto Huallaga».253 CVR. BDI-I-P403. Entrevista en profundidad. Uchiza (Tocache), agosto de 2002. Hombre, funcionario público.254 Ibídem.TOMO <strong>IX</strong> • PÁGINA 56

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